¡Es increíble que ya haya pasado un año! Gracias a mis amigos, los España, este año volvimos a la finca Bejo a cosechar hortalizas. ¿Sábes que noté este año y no el año pasado? El aroma. El aire nos envolvía con dulces y encantadores olores a zanahorias, cilántros, remolachas, apios, cebollas, remolachas, tomates, eneldos, puerros, espinacas y otras maravillas.
Ayer no tomé muchas fotos; pero este es un enlace a las del año pasado.
Mientras recorríamos los zurcos para elegir las hortalizas que íbamos a cosechar, y veíamos a los niños disfrutar y gozar de la experiencia, mi mente y mis sentidos veían, olfateaban y saboreaban caldos, guisos y otras delicias preparadas con los productos que estábamos extrayendo de la tierra.
Todos los años en marzo, Bejo organiza Días de Campo en su finca situada de Parramos, Chimaltenango. Durante esos días uno puede conocer el surtido de variedades hortícolas; y los interesados pueden intercambiar opiniones con expertos, agricultores, compradores, procesadores y exportadores; y seleccionar sus variedades de acuerdo a las necesidades de su mercado. Pero lo más hermoso de todo, además de los productos frescos y bellos, es ver a las familias gozando de un día agradable. Es muy revelador ver los ojos de los niños cuando sacan de la tierra las zanahorias y cuando los padres y el personal del a finca les explican acerca de las hortalizas. Es que los niños tienen esa capacidad encantadora de maravillarse que hace que las cosas y las experiencias se eleven y sean algo más que cosas y experiencias simples.
¿Y yo? Yo voy para maravillarme, también; y por la diversión, la buena compañía y la comida sabrosa. Muchos de mis amigos nos juntamos para ir a este día de marcado extraordinario; y verlos acarreando sus bolsas llenas de sabores, colores, aromas y texturas me da mucha alegría.
Tenés toda la razón, yo había ido como productor, pero ahora con mi hija es una experiencia increíble, la pasamos muy bien, y fue un gran gusto verte y saludarte. Saludos