El viernes pasado anduve por la Once calle y Quinta avenida -temprano- y al pasar frente a un restaurante vegetariano que hay ahí mismo, noté que había un vehículo gris estacionado en el lado derecho de la calle (donde es prohibido dejar el auto) y otro similar del lado izquierdo, donde es permitido estacionarse. Adicionalmente, a la entrada del restaurante y en la acera de enfrente había por lo menos cuatro guardaespaldas con gafetes colgados al cuello. Lamentablemente no pude ver de dónde eran los gafetes.
Era evidente que los guardaespaldas esperaban a alguien que estaba desayunando en el restaurante; y que le tenían, a su jefe, sus vehículos estacionados enfrente para su comodidad. ¿Quién será el abusador?
Luis Fi,
hubieras llamado a EMETRA diciendo que esos carros estan tapando la entrada de tu negocio y luego te hubieras entrado a desayunar esperando que llegaran los “emetras”. Te apuesto que no hubieran hecho nada porque no se hubieran atrevido. Solo con mujeres, viejitas y patojitos no son gallinas.