¡Albricias!, la estatua sedente de Tasso Hadjidodou regresó a la Sexta Avenida.
La estatua había sido removida -junto con las estatuas de jaguares, que no han regresado- y su remoción dio lugar a mi célebre historia de La tanguita. Y, bueno, me alegro de que esté de vuelta porque es una buena idea y a la gente le cae en gracia…aunque haya cretinos que la dañen.