El caso de la deuda flotante

A la espera de los resultados de una auditoría especial en el Ministerio de Comunicaciones,  el presidente Otto Pérez anunció que espera determinar quiénes fueron los responsables de ocasionar la deuda flotante que asciende a unos Q7 mil 800 millones.

Eso de las deudas flotantes no es cosa nueva.  Recuerdo, muy bien, que para el final de la administración de la Democracia Cristiana, eso también era un gran clavo.  Los que hacen negocios con el gobierno, ya deberían saber que el gobierno es mala paga.  Tengo un amigo -industrial- que nunca le vende al gobierno.  Podría hacerlo; pero ha tomado la decisión de evitarse el pago de mordidas y evitarse el atraso en los pagos.  Y creo que él es un empresario ejemplar.

A final de cuentas, si tu negocio no depende de venderle al gobierno, ¿qué necesidad hay de meterse en el mundo de la corrupción y de la mala paga? Pero…si tu negocio depende de venderle al gobierno, en realidad debes enfrentar las consecuencias de haberte involucrado en el mundo de la corrupción y de la mala paga.

Ciertamente que es necesario separar el grano de la paja; y antes de que sea desembolsado un sólo centavo de los tributarios, los acreedores de aquella deuda deben ser separados en dos grandes grupos: los legítimos que sí proveyeron servicios, o bienes y que estos sean de calidad; y aquellos ilegítimos, producto de la corrupción, el clientelismo y otras malas prácticas.  A estos últimos no se les debe pagar  ni un centavo.

Y, además, se debe perseguir penalmente a los responsables de ocasionar la deuda flotante ilegítima.

Comments

comments

Comments are closed.