Conocí al gran John David Lewis cuando tomé un curso sobre la derrota de Japón en la II Guerra Mundial; y me envicié con sus clases. Luego tomé otra sobre la derrota de Cartago, durante las Guerras Púnicas; y finalmente tomé dos sobre los griegos antiguos. Las dos primeras eran basadas en capítulos de su libro Nothing Less than Victory; obra que todos aquellos que odian la guerra y están interesasdos en el mantenimiento de la paz deberían leer.
John era un hombre felíz y un apasionado de la Historia y de los clásicos; y, en clase, sabía transmitir esa pasión. Aún estando gravemente enfermo y luchando contra el cáncer, sus clases eran experiencias de varios niveles intelectuales y emocionales. John sabía de lo que hablaba; pero mejor aún, sabía como relatarlo. Sabía como contar historias sobre la Historia.
A John lo sobrevive su querida esposa, Casey, en quien todos los que la conocen reconocen a una mujer extraordinaria.
John visitó Guatemala en donde tuve la dicha de entrevistarlo. En la Universidad Francisco Marroquín ofreció una conferencia titulada Introduction to Ayn Rand´s Ideas. pero si quieres conocer al John Lewis que podía encender una clase, velo en su discurso de la celebración del 4 de julio, en Boston, en 2009 donde también tuve el gusto de verlo en persona.
John dejó una vida intelectual y personal muy productiva, llena de personas que lo admiramos y lo respetamos; una vida que es un ejemplo frente a la adversidad y una vida inspiradora.
[…] estas condiciones lo que me vino a la mente es el estupendo libro de mi cuate John D. Lewis, Nothing Less than […]