Hace añales, el difunto periodista Hugo Arce escribió una columna que tituló Pueblo pendejo; y de eso me acordé cuando leí que por lo menos diez alcaldes fueron electos aunque tenían juicios pendientes.
Bien dicen que no tiene la culpa el loro, sino el que le enseña a hablar; porque esos alccaldes electos no serían alcaldes, ni fueran electos, si no hubiera un montón de electores como los que inspiraron la columna de Arce.
Y pensando en aquello, me pregunto: Este domingo, ¿vas a ser de los pendejos?
El sistema electoral guatemalteco no es funcional para los tiempos actuales. Es un sistema que hace pendejo a todo el pueblo aunque no lo quiera. Si se vota por A, se es un pendejo; si se vota por B, también se es un pendejo y si se vota nulo, en blanco o no vota, también se es un pendejo -todos al mismo costal-. No es falsa la afirmación que hiciera Facundo Cabral, que los pendejos son los que eligen al Presidente -y muchos dicen que el abstencionismo es la mayor pendejada-. Seguramente, en tales circunstancias, tanto usted como yo, este domingo, tampoco nos salvaremos de ser de los pendejos.