A principios del siglo XXI una nueva e inesperada coalición ocurrió. Ella incluye lideres visionarios que se ven a sí mismos como defensores de los pobres, de los emprendedores, de la innovación y del ambiente. ¿Su objetivo? Crear leyes innovadoras enfocadas principalmetne a la creación de ciudades libres que permitan mejoras exponenciales en la calidad de vida de billones de seres humanos; y que, como resultado, por primera vez en la historia de la humanidad billones de seres humanos tengan acceso a sistemas legales que les permitan desarrollar su creatividad, innovación y espíritu emprendedor.
¿El resultado? Los estados nacionales siguen existiendo; pero ya no son el único modelo de gobernanza. Es como si la Liga Hanseatica hubiera revivido y la gobernanza global fuera influida por una red de ciudades libres. ¿Y las consecuencias? La mayoría de seres humanos viven en ciudades libres y disfrutan de inimaginables niveles de prosperidad, paz, salud y felicidad.
¡Por cosas como estas es que soy optimista! Visita el sitio Web del Freecities Insitute y se parte de aquellos visionarios. En abril pasado, por cierto, participé en The Future of Free Cities Conference, y es imposible no ser contagiado con el entusiasmo y el optimismo y la energía que hay detrás de esta posibilidad.