Luego de décadas y décadas de gastos los legisladores griegos aprobaron una ley polémica que crea un nuevo impuesto a los bienes raíces para recaudar más fondos, convencer a los inspectores internacionales de la seriedad de sus compromisos de austeridad y evitar la bancarrota a mediados de octubre.
En Costa Rica, la bancada oficialista y el principal partido de oposición lograron un acuerdo legislativo para votar un nuevo paquete de impuestos y evitar que casi la mitad del presupuesto se financie con préstamos. Con la denominada Ley de Solidaridad Tributaria, que debería estar aprobada antes de fin de año, los políticos pretender sacarles a los tributarios alrededor de 1.000 millones de dólares, equivalente al déficit fiscal de esta nación de 4,5 millones de habitantes.
¿Son, estos, los caminos que queremos para Guatemala?