El romero, en mi casa, está en plena floración y lo visitan las abejas. El romero me recuerda, siempre, El toro y la luna con aquello de Los romeros de los montes le besan la frente… También me recuerda el pollo rostizado que hacía mi padre, lentamente con aquella hierba y mantequilla, girando y girando sobre las brasas.
Me encantan unos versos, de Luis de Góngora, que me envió mi cuata María del Rosario:
Las flores del romero,
niña Isabel,
hoy son flores azules,
mañana serán miel…
¡Que viva el romero!