El Tribunal Supremo Electoral declaró abierto el porceso electoral en Guatemala, como quien grita: ¡Selena ha muerto!, o ¡Cantinflas esta grave! El hecho es que la campaña electoral (y el proceso de elecciones) comenzó hace ratales, si que el TSE pudiera hacer nada para evitarlo. El que empezó la campaña electoral es noticia vieja. Vieja, vieja.
Desde hace ratos que hay vallas con propaganda; desde hace ratos que los partidos están llenando de pintas y de inmundicia las carreteras, calles y postes del país; desde hace ratos que los partidos (incluso los de aquellos que juraron cumplir y hacer cumplir las leyes) se pasan la Ley Electoral y al TSE por el arco del triunfo y están en campaña.
Interesante es, en este contexto, que al final quedó como fecha para los comicios el 11 de septiembre; fecha simbólica por ser ese el día en que, hace 10 años, cayeron las torres. En alusión a las Torres Gemelas de Nueva York, derribadas por el ahora difunto Osama ben Laden. ¿Qué torre caerá en las elecciones chapinas?
Interesante es, también, que 28 partidos políticos están habilitados para participar en las elecciones; aunque realmente la mayoría de ellos no llegan ni a facciones y sólo son pelusa en el ombligo.