Casi no se ve; pero el anda con el Nazareno de Santo Domingo viene frente al Palacio Arzobispal sobre la Séptima avenida a punto de doblar por la Sexta calle. Lo interesante, sin embargo, es el alboroto que hay en la Plaza de la Constitución; y el hecho de que esta procesión pasó por el parque al mismo tiempo que se desarrollaba la Marcha de la dignidad. Manifestación, procesión y sarabanda al mismo tiempo. ¿Se puede ser más chapín que esto?
Interesante, también es que la música del fiestón -que ostentaba una manta que decía Coordinadora 8 de marzo- siguió sonando como si nada mientras el cortejo pasaba frente a la Catedral (que es el templo del misticismo del espíritu) y sólo se detuvo cuando el anda pasó frente al Palacio Nacional (que es el templo del misticismo del músculo).
Por lo demás, business as usual en la Plaza de la Constitución.
Cada loco con su tema.
Definitivamente, el desorden, es de las cosas mas características del país, tan chapín como el frijol.