Hoy, que es el Día de la Tierra o la Hora de la Tierra, dejaré encendidas las luces de mi casa y hornearé un pan de maíz. Sugiero que celebremos la Human Achievement Hour. Quizás hasta le haga un homenaje a mi lavadora automática.
Si eres propietario, accionista, o gerente, proveedor, o cliente de una de esas empresas que con tanto entusiasmo patrocinan la Hora de la Tierra y otras iniciativas similares, estos son tus socios:
Si te interesa saber hasta dónde son capaces de llegar los promotores de la idea de que el ser humano y la tecnología son enemigos de la Tierra, por favor visita The Voluntary Human Extintion Movement.
¿Eso te parece exagerado? Entonces, ¿qué tal estos otros socios?
La dirigencia popular que se opone a la construcción de hidroeléctricas y que -cada vez que puede- organiza manifestaciones para pedir que la generación de electricidad sea estatizada.
La mara que anda por ahí con calcomanías que dicen Selva sí, petróleo no…¡en sus automóviles!; y que lava sus jeans y sus sábanas en lavadoras automáticas luego de participar en manifestaciones contra la electricidad.
La dirigencia de unos cinco mil campesinos e indígenas que bloquearon las calles de la ciudad de Guatemala y que, durante su recorrido expresaron su rechazo a la minería, las hidroeléctricas y la producción de cemento.
La Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra -encabezada por Hugo Chávez y Evo Morales- concluyó con un llamado a las naciones ricas y a las transnacionales para que aporten al menos 300 mil millones de dólares anuales para mitigar los efectos del cambio climático.
Los dirigentes del Consejo de Pueblos Quichés y del Comité de Unidad Campesina que impidieron el paso de vehículos en la ruta entre Santa Cruz del Quiché y Chichicastenango, que comunica con siete municipios, y la que une Pachalum con la capital. Los manifestantes exigían que no se autorice la construcción de hidroeléctricas.
¿Cuánta luz artificial puedes conseguir con una hora de tu trabajo, ganando un sueldo promedio?* La cantidad de luz artificial que puedes comprar con una hora de tu trabajo, ganando un sueldo promedio, se ha incrementado de 24 lumenes/hora en 1750 A.C. (con lámpara de aceite de ajonjolí); a 186 en 1800 (con candela de cebo); a 4,400 en 1880 (con lámpara de kerosina) a 531,000 en 1950 (con bombillas incandecentes); hasta 8.4 millones de lumenes/hora con las actuales bombillas ahorradoras. Más aún: la luz LED está sobrepasando, por mucho, la última cifra. Puesto de otra forma -dice Matt Ridley en The Rational Optimist– con una hora de tu trabajo puedes comprar 300 días de luz artificial suficiente para leer. En 1800, con una hora de trabajo te comprabas sólo 10 minutos de luz artificial para leer.
El homínido de las cavernas vivía en la oscuridad; el siervo medieval vivía en la oscuridad; y yo, para celebrar la civilización, la ciencia, la tecnología y el genio de la humanidad, encenderé las luces de mi casa y celebraré un día de luz.