Anoche, cuando volvía del Coffee Fest 2010 a pie, caminamos por el Boulevar Los Proceres porque es iluminado y transitado; pero -con un cuate- encaminamos a dos amigas que viven en la 10a. avenida de la zona 10. De regreso y sobre esa avenida venían caminando dos mujeres y en la 17 calle había un motorista orinando. Cuando pasaron las dos mujeres el hombre de la moto arrancó y salió -según mi cuate y yo- a hacerles encuentro; pero cuando vio que veníamos nosotros dos siguió de largo. Esto nos dio tiempo, a mi cuate y a mí, a atravesar el Bulevar Los Próceres sin que perdiéramos de vista a las mujeres y al motorista.
Acto seguido, el de la moto tomó rumbo a Oriente por el Bulevar, se cruzó el camellón y regresó con dirección a Occidente al encuentro de las chicas en la 11 avenida. Entonces mi cuate y yo avanzamos hacia ellas y el hombre de la moto siguió de largo. A las mujeres les avisamos lo que había pasado y ellas se quedaron en una parada de bus, junto a dos señoras y enfrente de una farmacia.
Pero vea usted, tengo la impresión de que si no hubiéramos andado por ahí, mi cuate y yo, el de la moto hubiera asaltado a las chicas. Cuando mi cuate y yo llegamos a la 15 avenida vimos pasar de nuevo al motorista que iba hacia Oriente.
No se confié, ni por ser la zona 10 ni por estar iluminado, a mi esposo lo asesinaron frente al mercado la Villa, a la hora que salen los niños de una escuela cercana, un motorista, y solo por robarle el celular cuando el estaba esperando que le diera verde el semáforo.