Las "lágrimas de cocodrilo" de la UNE

Parte el alma ver los miembros del comité ejecutivo del partido de Los Colom, la Unidad Nacional de la Esperanza, que ayer denunciaron la existencia de una estrategia para desestabilizar al gobierno del presidente Alvaro San Nicolás Colom y menospreciar los logros sociales. Los políticos oficialistas le pidieron a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala que investigue sus señalamientos. Fernando Barillas, vocero de la UNE, indicó que hay una serie de señalamientos y de espacios pagados por algunos medios televisivos y de algunos columnistas, en los cuales se evidencian sesgos, ataques y menosprecio a los logros sociales de este Gobierno, lo que nos alerta sobre algún tipo de estrategia que busca atentar contra la institucionalidad democrática del Estado.

Pobres mis cielos. De hecho, San Nicolás aprovechó una entrevista que le hizo Radio Nederland para quejarse de la falta de reconocimiento, por parte de la Prensa, hacia su Administración.

De esa entrevista, por cierto, llama la atención que una de las preocupaciones más notables, del Presidente es que no hay partido que haya repetido en el poder; sobre todo si se la complementa con lo expresado por Orlando Blanco, directivo del partido oficial, en el sentido de que el objetivo fundamental del partido oficial es volver a ganar las elecciones. Claro que ese es el objetivo de cualquier partido que esté en el poder; pero en el caso de la UNE es diferente por tres razones que ya he explicado antes, pero que voy a repetir ahora porque son importantes: 1. Se acabaría la buena obra que están haciendo; 2. La UNE está bien consciente de que se acabaría el Partido; y 3. La cauda de corrupción, desperdicio y mala administración que está dejando esta administración, y que se expresa en algunas de las denuncias que hizo el Procurador de los Derechos Humanos (vea la caricatura), apuntan a que, luego de perder las elecciones, muchos funcionarios de la Administración actual seguirían los pasos de Alfonso Portillo, Paco Reyes y otros exfuncionarios del Frente Republicano Guatemalteco, y se verían obligados a vestir trajes a rayas. No sólo aquí en Guatemala, sino próximamente en Nueva York por convertir las oficinas que tienen a su cargo en sus cajeros automáticos personales.

La actual administración está empeñada en hacer parecer como si las denuncias contra la corrupción, la mala administración y el desperdicio son consecuencia de algún tipo de conspiración; y, by the book, acusan a la prensa independiente, señalan a columnistas y analistas, desempolvan el petate del muerto de las amenazas contra la institucionalidad, y cual plañideras, lloran porque no se aprecia todo lo bueno que hacen y ven micos aparejados.

Mientras tanto, los guatemaltecos seguimos esperando, esperando y esperando a que algún día, algún grupo de políticos, dejen de preocuparse tanto por conservar el poder y contribuyan a la fundación de un estado en el que sean respetados los derechos individuales de todos por igual, sin distinción, ni privilegios; y en el que todos seamos iguales ante la ley. ¡De eso deberían estarse ocupando!, no de conservar el poder a toda costa, ni de perseguir a quienes se toman la molestia de recordarles lo irresponsables que son.

La caricatura es por JC, de El Periódico.

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