Según la propuesta de ley del sistema nacional del desarrollo rural integral, el Estado de Guatemala define soberanamente la modalidad, época, tipo y calidad de la producción alimentaria…y garantiza la seguridad alimentaria y nutricional de la población guatemalteca, promoviendo la producción alimentaria nacional, facilitando el acceso de indígenas y campesinos a medios de producción, protegiéndola de las importaciones subsidiadas y de toda forma de competencia desleal.
Ven la tempestad, y no se persignan
Esta norma encarna todo el espíritu de la estatización del agro y de la producción de alimentos; para que, los políticos socialistas y sus burócratas tengan el poder necesario para decidir qué alimentos pueden ser producidos, cuánto y cómo, y sobre todo quiénes podrán producir alimentos. Pone su mesa, la de usted, a merced de los políticos socialistas y de sus burócratas -los mismos que administran los sistemas estatizados de salud y de educación, por ejemplo-. La norma acaba con la libertad de producir alimentos sin coacción, ni privilegios.
El Registro Nacional de Personas es un desorden y un desastre; y el Tribunal Supremo Electoral está siendo asfixiado. Y que casualidad, ambos son instrumentos electorales fundamentales para el control político de los próximos comicios generales.
La producción, transporte y distribución de la energía eléctrica están siendo acorraladas y todo apunta a que la función principal del sobrino de Alvaro Colom en la Comisión de Energía Eléctrica es facilitar el camino hacia la estatización de la electricidad. Esto, claro, con el concurso de la dirigencia popular que recoge firmas para apoyar ese proceso; y con el concurso de los súbditos ovejunos que firman.
Hoy, el columnista Hugo Maúl advierte contra la posibilidad de que Los Colom quieran que el estado retome el control político del espectro radioeléctrico; posibilidad que estaría respaldada conceptualmente por el hecho de que Frank La Rue, relator de la ONU, anda diciendo que a mayo pluralismo, más democracia; y que la libertad de expresión sólo tiene sentido si hay diversidad. Yo interpreto eso en el sentido de que aquellas ideas apuntan a que el estado debe promover esa pluralidad y retomar el control político del espectro radioeléctrico para repartirlo (entre su clientela, claro). La Rue se ha referido, expresamente, a tres segmentos: la comunicación comercial, la comunitaria y la estatal. Y yo digo que, al entendido, por señas.
A esto, súmele que Los Colom están tomando el control total en áreas como educación y salud, e incluso de caridad porque, en esas áreas, nada se hace ya si no es con la estrecha vigilancia y asociación forzada con la burocracia socialdemócrata.
Yo digo que, al entendido, por señas.