Yo no conocía los serenados hasta que, la semana pasada, fui al convivio del Museo Popol Vuh y una de las voluntarias tuvo la gentileza de obsequiarnos con estas delicias.
Estos son parte del repertorio de dulces de navidad que desde siempre han sido horneados por las monjas clarisas. En realidad, yo sólo los había probado en su versión industrial y los conocía como polvorones; pero no fue, hasta ahora, que tuve la oportunidad de comerlos artesanales.
Los serenados o polvorones seguramente tienen su origen en España, y me alegro mucho de haberlos conocido y de integrarlos a mi repertorio de golosinas navideñas.
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This entry was posted on miércoles, diciembre 16th, 2009 at 10:35 am and is filed under alimentos, costumbres, tradiciones.
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