Los huevecillos que una palomilla vino a dejar a mi ventana, el 26 de agosto pasado, siguen ahí; pero no dan señas de progreso alguno. Los de arriba ya se ven muy deteriorados, y aunque los de abajo todavía parecen llenitos, no les veo buena cara. En fin…ahí están.
Seguimos a la espera del desenlace. ¿No has preguntado cuánto tiempo toma que "revienten"? Está más largo que un embarazo de chucho, jajaja
Más largo que la cuaresma…y para que salgan unas orugas feas que luego se convertirán en palomillas…imagínate. Ja ja ja. En entradas anteriores algunos lectores han dejado alguna información, pero a mí de verdad ya se me hizo que un mes es mucho. Eeeeeeeeeeeeeeeeh!!
Luis Fi,de verdad, considera…¡los nueve meses! Y, algunas después los extrañamos (los nueve meses, que se nos habían hecho ¡eternos!). Abrazos, paciencia (¿ciencia de la paz?), Andrea.
Ja ja ja ja ja ja ja ja ja.