Hoy, al atardecer, los pájaros que viven en los árboles que están frente a mi ventana se pelaron. Se tenían un alboroto. Sus cantos, y los ladridos lejanos de los perros, me ofrecieron una serenata. Y ahora, en este preciso momento, sigue el concierto; pero está a cargo de las chicharras y de los grillos.
Hola, por azar de la vida, he encontrado este Blog… el titulo viniendo de Guatemala me cautivo, he intentado leer todo lo que he podido para enterarme como esta mi linda Guatemala, que piensa mi gente, y si las cosas han cambiado desde que ya no estoy alli…No hay palabras para deciros lo que he sentido cuando he escuchado el sonido delos pajaros…En fin, termino ya pero sin antes felicitarte, me parece que tienes las cosas claras…
Como diría alguien por ahí: ser arrullado por los pájaros… no tiene precio. Principalmente en una zona como en la que tú vives. Yo también tengo ese privilegio, pero porque vivo detrás de un lejano bosque encantado. ¿Sabes? hasta lechuzas cantan detrás de mi ventana que da a un barranco donde aún hay ardillas y hasta armadillos. Qué lujo ¿no?