Rodolfo Quezada se queja de que “La última vez que les hablé de los impuestos me malinterpretaron algunos, pero siempre hablar de impuestos es desagradable, y sin ellos no se puede vivir en Guatemala porque tienen que cubrir el presupuesto”.
Esto es porque, el 19 de octubre pasado, el Cardenal dijo que es obligación aceptar el pago de impuestos y dijo que aunque a muchos no les agrada, lo ideal es que quienes ganan más, paguen más.
Lo curioso es que el Purpurado sigue sin aclarar dos cosas que me parece que necestian buena explicación:
1. La organización que él dirige ha usado su poder político para ser exonerada de impuestos aquí, en Guatemala, donde él dice que “sin impuestos no se puede vivir”. Entonces, ¿la Iglesia va a renunciar a ese privilegio y va a sumarse al esfuerzo que el Pastor les pide a sus ovejas?
2. ¿Cómo va el proceso judicial que, por evasión de impuestos, se le sigue a la Iglesia Católica en Costa Rica?
