Aquellos que traqbajamos con ideas sabemos que las ideas son “cosas reales”; y que las ideas tienen consecuencias. Y la razón por la cual nos importan las ideas es porque tienen un efecto masivo en las vidas de las personas.
Si queremos eliminar la pobreza, la guerra y el sufrimiento, es importante que escojamos las ideas correctas. Correctas en el sentido de que sean capaces de peoducir los resultados que perseguimos.
Pero, ¿cómo sabemos qué ideas son correctas? Pues las sometemos a prueba y las discutimos en un ambiente de confianza en el que la verdad pueda ser buscada por medio de la consistencia lógica e intelectual.
Acabo de concluir una de esas oportunidades en un Seminario sobre Práctica Socrática conducido por Michael Strong y Albert Loan, y para mí, esas ocasiones son como un gym para el cerebro. ¡Como disfruto cuando, en medio de discusiones intensas, se arma el rompecabezas de conocimientos nuevos! ¡Como disfruto cuando en medio de un texto complejo, y gracias a otros que saben otras cosas, descubro cosas que no había podido ver por mí mismo.
Como las ideas son demandantes y de gran importancia, y están íntimamente ligadas a la vida diaria, !como me gozo cuando discuto ideas!