Cándido no entiende: los chapines tenemos una moneda que conmemora la paz, todas las semanas se arma un sainete en el Palacio Nacional de la Cultura para cambiar la rosa de la paz; y se firmaron los acuerdos de apaciguameinto entre la exguerrilla y la administración Arzú. Y ahora resulta que Guatemala es uno de los países menos pacíficos del mundo. Cándido no entiende y está confundido.
El Indice Global de la Paz 2008, dice que Guatemala se encuentra en el número 103 de 140 países evaluados y es considerado como uno en el que la paz es relativamente baja. Islandia, en el número 1 es el país más pacífico e Irak, en el número 140 es el menos pacífico.
Cándido no entiende porque ha oído a la administración socialdemócrata afirmar que la inseguridad ciudadana es cuestión de percepciones; y claro, el percibio bien clara la delincuencia cuando la semana pasada lo asaltaron allá por el edificio Géminis y lo obligaron a ir al cajero automático a sacar su quincena.
Cándido ha percibido a los mareros que amenazan a sus vecinos en su barrio y en el colegio de sus hijos ; y ha percibido a los narcos que operan abiertamente en su pueblo, en Petén.
Cándido está confundido porque se pregunta ¿cuándo firmaremos la paz con las maras y los narcos? ¿Antes, o después de que empeore la cifra de muertos? Cándido quisiera paz, pero lo que oye es ¡Pas, pas, pas, rat a tat tat!
Candido, tiene opciones, tristemente. Comprarse un chaleco antibalas, irse al extranjero, o ni modo volverse marero y tratar de apgar el fuego. Que futuro, y los chapines apaticos y desmemoriados.
Cándido será parecido a Juan Chapín?
No se…Cándido cree que ¡Debería haber una ley!; cree que cuando llegue un hombre bueno al gobierno, todo va a mejorar; el pobre hombre paga todos sus impuestos porque cree que así es más virtuoso; cree que la ayuda de los países amigos y de los organismos intrenacionales de verdad sacará a los pobres de la miseria. Cándido cree que el seguro social es una conquista de la revolución y que con todos sus defectos no debe ser desmonopolizado; lo mismo piensa del Código de Trabajo, que cree que está escrito en piedra. El bueno hombre es el arquetipo del hombre masa, acostumbrado a temerle y a reverenciar al poder. Prefiere no pensar por sí mismo, porque cuando lo hace se confunde. Cree que es mejor no tener principios firmes, sino irlos adaptando a las circunstancias y a las necesidades. En fin…el pobre Cándido hasta se creyó lo del plan de los 100 días; y con esto ya ve uno la fibra del buen hombre.
Cándido debe comprender que la firma de la paz fue un evento cosmético sobrevalorado que no trasciende en la realidad cotidiana…