Ayer leímos que el vicepresidente de Los Colom, Rafael Espadita Espada, dijo que no recibió carta alguna (en singular), de Carlos Castresana, jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, con referencia a la intromisión del exministro de Gobernación, Salvador Gándara, en las investigaciones correspondientes al caso Rosenberg/Musa.
Y hoy…las noticias nos sorprenden con que siempre sí, pero no. Espadita dice que sí hubo misivas (en plural); pero que eran para el Presidente. El hecho, sin embargo, es que las cartas fueron supuestamente enviadas cuando don Rafita era Presidente en funciones. Aparte de que Espadita no se termina de decidir entre si hubo cartas, o no, ¿de qué sirve que se quede como Presidente en funciones, si no las ejerce? Más de adorno, no podría estar don Rafita.
De todos modos, los flip flops del Vicepresidente no son cosa rara. En diciembre de 2008 Rafael Espada aseguró públicamente, a un redactor del diario Prensa Libre, que no había informado sobre un plan para dar en concesión el aeropuerto La Aurora. No obstante, sus declaraciones al respecto están grabadas y habían sido dadas a conocer días antes. En julio de ese año, en la República Dominicana, salió con que uno de los principales proyectos de la administración de Los Colom era construir un metro en la capital del país; y luego resultó que no…y a saber en qué paró eso.
Otro caso parecido fue el de los supuestos micrófonos que había en su oficina. De balde se sintió ninguneado Rafael Espada cuando se enteró de que a él no lo espiaban, del mismo modo como supuestamente sí ocurría con Alvaro San Nicolás Colom. Espadita se molestó en balde porque luego resultó que siempre sí. Pero peor aún, con lo que no contaban los que armaron el barullo del espionaje presidencial era con que, luego de las investigaciones, Rony López, fiscal anticrimen, concluiría en que los aparatos hallados en la Casa Presidencial podrían no funcionar.
