Las consecuencias de la irresponsabilidad

Debido a que se les cayó la recaudación de impuestos, a que (afortunadamente) no han podido endeudarse mas y a donaciones sobreestimadas, la administración de Otto Pérez Molina está en un agujero fiscal que sus funcionarios hicieron más oscuro y profundo de lo que ya estaba.  Nada de esto debería sorprendernos, ni debería sorprenderles a ellos.

El Ministerio de Finanzas enfrenta un agujero presupuestario de Q5,390 millones debido a la falta de aprobación por parte del Congreso de la República de 3 préstamos provenientes de organismos internacionales (que suman unos Q3,604 millones), así como por el déficit en la recaudación registrado en el primer cuatrimestre del año (de unos Q1,286 millones), más una sobreestimación de Q500 millones en donaciones.

Está claro que esta administración ha estado evadiendo la realidad; pero ya tu sabes: podemos evadir la realidad, pero no las consecuencias de hacerlo.  De modo que lo ideal sería que el equipo de Pérez enfrentara responsablemente el desastre que ha hecho y lo enmendara.  Vamos a ver si es eso, o si nos pone en el camino de Grecia y Chipre.

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