Socialismo, patria, o muerte, es el llamado que hizo el padre Adolfo Rojas. El sacerdote pronunció su homilía con motivo de la celebración del golpe de estado del 4 de febrero de 1992, en Venezuela.
Cuando ví el vídeo me acordé de Alvaro Ramazzini, el obispo de San Marcos, con el megáfono en mano animando una manifestación frente al Congreso de la República el 24 de febrero pasado. Me recordó el talante de la manifestación por la paz que hace poco organizó Rodolfo Quezada, el cardenal chapín.
Me recordó el involucramiento de muchos miembros del clero católico con la guerrilla marxista-leninista de Guatemala, durante los años 80.
Si los curas tienen que pedir perdón por negar el Holocausto que costó 6 millones de muertos, ¿no deberían, también, pedir perdón por los muertos del socialismo, cuando defienden al socialismo? Total, el socialismo científico, en China, costó 76 millones de muertos; en la Unión de Repúblicas Socialistas soviéticas costó 62 millones; en Camboya costó 2 millones; sólo para mencionar unos.
El vídeo lo encontré en el blog de Martha Colmenares.
Me rehuso a honrar a estos curas diciéndoles “padre”. Cura es suficiente.
Toda la razón del mundo Luis, ni un pero a este post. Ninguna ideología ha causado más terror y muerte que el socialismo.
Estos curas-socialistas, están mal de la cabeza y el clero o la mayoría de ellos (salvo algunas honrosas excepciones) tienen responsabilidad de las represiones y asesinatos a lo largo de la historia de muchos paises donde fueron poder paralelo y en muchos casos fueron el único poder, sostenido con los métodos mencionados. En la actualidad quieren retomar el rol de “conciencia del pueblo” pero lo que son una partida de hipócritas, inmorales, manipuladores, enfermos, frustrados sexuales, y hasta en temas de religión perdieron credibilidad pues la competencia o el mercado se los está comiendo, pues ya ni para el engaño religioso son la mejor alternativa. Me faltó algo?