Una actitud sabia de los chapines

A pesar de que el país pasa por una crisis económica, hoy nos enteramos de que el ahorro de los guatemaltecos se incrementó en un 13.6% durante el año pasado, alza más alta que la registrada en 2009, cuando aumentó un 8.0%.

En tiempos de crisis, es de sabios el ejercicio de la prudencia y de la moderación.  Cuando la continuidad de los ingresos es incierta, lo que hay que hacer es dejar de gastar y ahorrar, guardar.  Hay que guardar para un día lluvioso, dice mi tía Adelita.  Pero no sólo para un día lluvioso, ya que los ahorros de la gente prudente y moderada son los que servirán para salir de la crisis a largo plazo y de forma sana.  Son los que servirán para ir formando el capital necesario para salir de la crisis y para crear nueva riqueza.  Sin los ahorros no hay capital y sin este no hay más y mejores plazas de trabajo, ni nueva inversión productiva.

Algunos gurús y políticos, aveces por mera intuición y aveces por falta de información -cuando no por puro mumbo jumbo– aconsejan que lo atinado durante una crisis es que continúe el gasto, en la creencia de que la economía se mueve si la gente gasta, gasta, y gasta.  Y sí.  En el corto plazo, pero de manera mórbida y engañosa, la economía se mueve si la gente gasta.  Empero, la recuperación durante y luego de una crisis, no depende de que la economía se mueva, sino de a dónde se mueva.

En este sentido, lo mejor que se puede hacer durante una crisis es evitar los cantos de sirena de los gurús del gasto.  Lo que hay que hacer es actuar con prudencia y moderación, y ahorrar.  Ahorrar, también, con dos dedos de frente.

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