En las últimas dos semanas, en Carpe Diem he recibido una oleada de comentarios anónimos firmados por nombres como Antonio, Miriam, Enrique, y así. Me parece curioso porque hay un patrón: aparecen tres o cuatro a la vez, firmados sólo con nombres de pila y generalmente son de unas seis, o siete líneas.
A quien quiera que esté haciendo estos comentarios, o a quienes quiera que los estén haciendo, les agradezco su atención; pero prefiero que, si no van a hacerse responsables de ellos cesen y desistan de escribir en este espacio. Primero, porque no serán publicados; y segundo, porque me quitan el tiempo…que no me sobra.
Gracias por su nota, anònimo; pero le repito que no publico notas de esa naturaleza. La cuestión está bien explicada en esta página, arribita a la derecha. No se haga bolas…sus opiniones son bienvenidas, siempre que se responsabilice de ellas, supongo que usted si entiende que no hay tal cosa como libertad sin responsabilidad. Usted conoce mi nombre y mi cara…y tengo derecho a exigir que, si usted quiere usar mi espacio para expresar sus ideas valiosas, yo tengo derecho a demandar que se identifique.
…Una vez más, un mundo nos vigila.
Más claro, imposible: "… libertad y responsabilidad son dos caras de la misma moneda". Fuera el anonimato, que es útil con fines de datos estadísticos participantes voluntarios), no de opiniones vertidas. Andrea.
Lo felicito Luis Figueroa! hace bien en no publicar comentarios de gente que no se identifica. Todos tenemos que aprender a ser RESPONSABLES.