02
Mar 11

En recuerdo de los budas gigantes de Afganistán

¡Chispas, cómo pasa el tiempo! Hace diez años, en un día como hoy, los talibanes mandaron a dinamitar los dos budas gigantes de Mamiyán, Afganistán, mismos que databan del siglo VI.  Esto es lo que escribí en aquella ocasión:

La Mir y los talibanes

Una larga estela blanca, con el cielo azul del océano Pacífico y unas palmeras de las islas Fiji de escenario, fue la última vista que tuvimos de la estación espacial rusa Mir.  Yo andaba buscando Headline News, en la televisión, para ver los instantes finales de la estación, cuando pude observar, también, la destrucción de una antigua estatua del Buda, en Afganistán.

¿Qué tienen en común estos dos hechos?

La Mir fue uno de las creaciones humanas más extraordinarias, y fue la joya de la corona en el programa espacial soviético.  Con 15 años de servicio, fue el invento que más ha tardado en órbita.  En él habitó, durante 438 días, la persona que más tiempo ha estado en el espacio.  Además, con 135 toneladas de peso, fue el  objeto más pesado que haya orbitado el planeta tierra, con excepción de la Luna.

La estación puede ser un símbolo de  la magnífica creatividad e ingenio de los humanos.

Cuando yo tenía unos 7 años, tenía una pequeña enciclopedia que se llamaba Mis Primeros Conocimientos, y en ella había un capítulo dedicado a la exploración del espacio.  Aquellos eran los días en que Neil Armstrong todavía no había pisado el suelo lunar, de modo que las ilustraciones de mi enciclopedia, que mostraba naves espaciales, astronautas y una estación espacial, eran casi cercanas a la ciencia- ficción.

A mis compañeros de colegio y a mí, que queríamos ser astronautas, ¿quién nos iba a decir que años después atestiguaríamos la muerte de la Mir y el nacimiento de la Estación Espacial Internacional?

Algo así pasó con el hecho de que ahora es posible que una computadora reconozca la voz humana y la convierta en texto.  Aquel era mi sueño de opio en las clases de Spelling; cuando la maestra nos dejaba un deber denominado Dictionary Work, que consistía en copiar del diccionario las definiciones de unas 25 palabras. Como el asunto era tedioso, mis amigos y yo soñábamos con una maquina a la que se le pudiera dictar la infame tarea.

Ahora eso es posible, y la semana pasada leí en el Wall Street Journal Americas, que alguien está trabajando en la posibilidad que la computadora lea la mente para ya no tener que dictarle.

¿No ama usted, nuestros tiempos?

Claro que todas estas maravillas, como la Internet, traen cambios que no todos podemos entender, ya sea porque son muy profundos, o porque ocurren muy rápido.  Pero si le tememos a los cambios, ¿deberíamos detenerlos, o deberíamos esforzarnos por entenderlos, aprovecharlos y disfrutar de ellos?

Yo me imagino que cuando se inventaron la imprenta y la televisión, más de uno debe haber pensado que esas eran cosas del diablo; y aquí es donde entran los talibanes.

Andaba yo en CNN, buscando lo de la Mir, cuando vi las imágenes de la explosión que acabó con una de las célebres estatuas del Buda, que los talibanes mandaron a destruir en Afganistán. La de la pantalla era una de las dos colosales esculturas de piedra, con poco más o menos 1500 años de antigüedad, que aquellos fanáticos mandaron a echar por tierra. Y ahora, como de la Mir, solo quedan sus recuerdos.

Ambos símbolos, salvando las diferencias cronológicas que los separan, representan la extraordinaria capacidad de la creatividad y la tecnología humanas; pero en tanto que la primera terminó su vida útil bajo control científico y racional (a pesar del riesgo que implicaba su desplome), la segunda cayó víctima del oscuro fanatismo y de la irracionalidad de un grupo político-religioso.

Claro que no podemos escapar al hecho de que las nuevas y las viejas formas de pensar conviven con nosotros.  Por eso estamos obligados a revisarlas y a repensarlas.  No vaya a ser que un día, sin darnos cuenta, despertemos como la raza que detona siglos de cultura, y no como la raza que construye estaciones espaciales.

Como seres humanos, pero sobre todo como individuos, tenemos la opción de unirnos a los que crean y construyen, o a los que destruyen.  Podemos ser Bill Gates, o podemos ser talibanes.

Esta columna fue publicada en el diario Siglo Veintiuno, el 26 de marzo de 2001.


23
Ago 10

Visita a "El hombre tecnológico"

El hombre tecnológico, una de las obras más recientes del escultor Walter Peter Brenner, se halla en el Campus Tecnológico de la zona 4 de la ciudad de Guatemala.

Esta obra magnífica, de tamaño monumental, celebra la tecnología, la ciencia y la filosofía, que son imposibles sin un ambiente de libertad. Celebra la mente y el cuerpo humanos, que sólo se desarrollan a plenitud en un ambiente de libertad. Celebra la razón, cuyos rayos de luz iluminan al hombre libre y a su entorno. Hombre y entorno que hacen posible que no tengamos que trabajar 12 horas al día, arañando la tierra, para comer miserablemente. Hombre y entorno que hacen posible que podamos dedicar buena parte de nuestra vida a crecer y a enriquecernos espiritualmente.

El sábado pasado, Walter nos invitó, a un grupo de amigos y a mí, a visitar al Hombre tecnológico y celebro mucho haber ido. La vista de ese hombre triunfal de grafito, emergiendo de un muro de acero, con la luz en sus manos, me animó. Me recordó que la fuerza bruta no puede contra la razón; y me recordó lo hermosa que es la búsqueda de lo que es bueno, lo que es bello y lo que es pacífico.

Walter, por cierto, es autor de Atlas Libertas y de otras obras impresionantes.


02
Mar 10

El fútbol: ¡Por la Libertad y la Razón!

Dame Libertad, dame fuego, dame Razón…¡Wow!, esta es una letra de canción que me ha dejado papo. Los que han seguido Carpe Diem durante algún tiempo recordarán que antes del actual lema del blog había otro: ¡Por la Libertad y la Razón!, frase que todavía cierra la descripción de esta bitácora. Así que ya se imaginarán lo emocionado que estoy a enterarme de que la canción del Mundial de Fútbol celebra dos principios que respeto muchísimo: la Libertad y la Razón. La verdad es que se me paran los vellos cuando oigo esos versos que, además, vienen acompañados por una música y ritmo estupendos.
Es refrescante y esperanzador que todavía se le cante a la Libertad y a la Razón en los mismos versos. ¡Y a mí me alegra, como nadie puede imaginárselo!
Por cierto que enteré hoy, durante el programa Todo a pulmón en Libertópolis y en 100.9 F.M. cuando conversaba con mi amiga Marta Yolanda.

17
Nov 08

Diez años de la Estación Espacial Internacional

Así como en la foto, se veían las estaciones espaciales en mi enciclopedia Mis Primeros Conocimientos; obra que sirvió como mi primera aproximación a muchos temas, cuando era niño.

Hoy leí que en este mes, la Estación Espacial Internacional cumple 10 años de vida agobiada por retrasos tales como los problemas financieros de Rusia y de la NASA; así como por los desastres que han sufrido los transbordadores espaciales y las naves rusas que la unirían a la tierra.
A estas alturas, me pregunto, ¿por dónde iría la exploración del espacio si en vez de ser hecha por agencias de gobiernos, fuera hecha por personas particulares?  ¿Se habría desarrollado tan rápido y tan segura como se desarrolló la aviación civil, o como se desarrolló la PC?  
Yo escuché acerca de la Estación, por primera vez en 1998 cuando asistí a una conferencia dictada por el entonces director de la agencia espacial rusa, cuyo nombre no recuerdo, en el Washington Press Club.  El tema era el de nuevos viajes a la Luna; pero se habló de la Estación marginalmente.  Y bien…la plataforma ha cumplido sus primeros 10 años.  Y yo creo que es algo de celebrar, siendo que es un producto admirable de la razón, de la ciencia y de el espíritu explorador de los seres humanos.

10
Nov 08

Un "filósofo", la pasión y la razón

He dicho que me gustan las discusiones racionales y apasionadas; y en respuesta, un anonimista que firma como Filósofo, asegura que cómo puede haber discusiones racionales con apasionamiento eso es absurdo. Desde el momento que una discusion toma pasión (sentimientos) deja de ser objetiva. Es influenciada por la pasión y deja atrás el argumento válido. Esto lo puede ver usted en la entrada titulada S@kis se pegó un patinón.
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Y sostengo que el anonimista está equivocado. El apasionamiento, por cierto, no es un sentimiento; ya que un sentimiento es un estado de ánimo afligido por algo triste y doloroso; en tanto que la pasión -aunque tiene que ver con un padecimiento- también es una afición vehemente. En el contexto de mi propuesta, me gustan las discusiones racionales y vehementes o expresadas con viveza e ímpetu.
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El anonimista toca, sin embargo, un punto que vale la pena explorar con detenimiento. El de la creencia de que la razón y las emociones no son compatibles, o que son excluyentes. Como si la razón tuviera que ser fría, y los sentimientos tuvieran que ser calientitos y peluditos. Como si no hubiera una relación de causalidad entre ambas.
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Las emociones, sin embargo, son los resultados automáticos de los juicios de valor de las personas, integrados por su inconsciente. Las emociones son estimados acerca de aquello que anima los valores de las personas, o de aquello que los amenaza; son estimaciones de aquello que lo beneficia, o lo perjudica. Ya que las personas no traen valores automáticamente, debido a que no tienen ideas innatas, pues así es como no pueden tener juicios de valor automáticos.
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Ayn Rand, en The Objectivist Ethics, de The Virtue of Selfishness, explica claramente esta relación directa que hay entre la razón y las emociones tales como la viveza, el ímpetu o la vehemencia-; relación que podría haber en una discusión racional.
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Explica, ella, que ya que el trabajo de la mente de las personas no es automático, sus valores, así como sus premisas, son el producto ya sea de su pensamiento, o de sus evasiones: las personas eligen sus valores por medio de un proceso de pensamiento -o las aceptan por default, mediante asociaciones inconscientes, mediante la fe, o mediante la autoridad de otros, mediante alguna forma de osmosis social, o por imitación ciega. Las emociones son producidas por las premisas de las personas -sostenidas consciente, o inconscientemente- explicita, o implicitamete.
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En resumen, las emociones son respuestas automáticas sobre personas, cosas, o ideas que ya hemos razonado antes. De ahí que no necesariamente haya divorcio entre razón y emoción.


13
Jul 07

Tengo un nuevo héroe

Ahora tengo un nuevo héroe: Thomas Edison. Un día de estos voy a escribir un poco más acerca de los héroes. Edison no es sobrenatural, es uno de nosotros y encarna lo mejor que hay en nosotros. El fue un ejemplo de perseverancia, de capacidad creativa, de dedicación a sus metas, de confianza en su propio juicio racional.

En nuestra cultura, decir que alguien es “sólo” humano, sirve para explicar sus debilidades, o sus fracasos; pero claro, al conocer la vida de alguien como Edison, uno debería meditar un poco más. Quizás en el sentido de que ser humano significa un potencial enorme e inigualable, siempre que actuemos racionalmente.

Hoy empecé un curso que se llama Inspiring Heroes: Great Pioneers, con Elan Journo; y, por casualidad mi columna de mañana tiene algo que ver con este tema, también. No te la pierdas.

Y por cierto, ¿quiénes son tus héroes?