La administración socialdemócrata se reunió para analizar los factores que inciden en el alza de la canasta básica y cada ministro deberá proponer opciones, con miras a detener esa tendencia.
Yo digo que ojalá y no se les ocurran disparates como poner precios tope porque, los que vivimos en los años 70 y 80 sabemos que eso ocasiona la desaparición de los productos, tal y como ocurre actualmente en Venezuela, por ejemplo.
Ronaldo Robles, secretario de Comunicación Social de la Presidencia mencionó que el subsidio estatal a algunos productos es una de las posibilidades, pero reconoció que puede representar “una erogación tremenda” para el Gobierno.
Esto está bien, porque los subsidios favorecen a grupos específicos y perjudican a todos; y son arbitrarios, además de costosos. En realidad ese costo no lo pagan los que deberían, sino que lo pagan todos los tributarios, por lo que resulta injusto.
Representantes de los ministerios de Economía y de Energía y Minas, así como del Banco de Guatemala, presentaron ayer varios análisis sobre los factores externos que afectan los precios de la canasta básica. Entre ellos se encuentra el aumento del costo mundial del petróleo y sus derivados, y de otros productos. El Ejecutivo considera “no viable” la propuesta legislativa de reducir en forma temporal los impuestos a los combustibles, a fin de aliviar el alza, lo cual fue anunciado por integrantes de la Comisión de Energía y Minas del Congreso porque “esto no tendría un impacto económico real; además, solo drenaría los recursos que percibe el Estado, por lo que fue descartado”.
Esto da pena; porque demuestra -como si hiciera falta- que la administración rehuye a su responsabilidad. Claro que ha subido el petróleo y eso afecta los precios; pero la inflación (propiamente dicha) se debe principalmente a la pérdida de poder adquisitivo de la moneda y eso es responsabilidad de la administración (de esta, y de las anteriores). Otra prueba mas de irresponsabilidad, es que para la administración es inviable (e impensable) aliviarle la carga a los tributarios, o reducir sus gastos superfluos (que sabemos que son abundantes), o apretarse el cinturón.
También fue sugerido que se divulgue en qué mercados los precios están más bajos.
Esta es de las medidas más inútiles y populistas, de esas que se hacen sólo para que no se diga que la administración no hace nada porque, si usted vive en el Canton 21, ¿de qué le sirve saber que las zanahorias están $0.01 más baratas en la zona 19, al otro lado de la ciudad?
No me ayudes, compadre. A lo mejor la administración debería ser más responsable con el uso que les da a los recursos que les quita a los tributarios. Tanto quebradero de cabeza, sólo los llevará a descubrir el agua azucarada y a darles atol con el dedo a los ingenuos.

