27
Mar 08

No me ayudes, compadre

La administración socialdemócrata se reunió para analizar los factores que inciden en el alza de la canasta básica y cada ministro deberá proponer opciones, con miras a detener esa tendencia.

Yo digo que ojalá y no se les ocurran disparates como poner precios tope porque, los que vivimos en los años 70 y 80 sabemos que eso ocasiona la desaparición de los productos, tal y como ocurre actualmente en Venezuela, por ejemplo.

Ronaldo Robles, secretario de Comunicación Social de la Presidencia mencionó que el subsidio estatal a algunos productos es una de las posibilidades, pero reconoció que puede representar “una erogación tremenda” para el Gobierno.

Esto está bien, porque los subsidios favorecen a grupos específicos y perjudican a todos; y son arbitrarios, además de costosos. En realidad ese costo no lo pagan los que deberían, sino que lo pagan todos los tributarios, por lo que resulta injusto.

Representantes de los ministerios de Economía y de Energía y Minas, así como del Banco de Guatemala, presentaron ayer varios análisis sobre los factores externos que afectan los precios de la canasta básica. Entre ellos se encuentra el aumento del costo mundial del petróleo y sus derivados, y de otros productos. El Ejecutivo considera “no viable” la propuesta legislativa de reducir en forma temporal los impuestos a los combustibles, a fin de aliviar el alza, lo cual fue anunciado por integrantes de la Comisión de Energía y Minas del Congreso porque “esto no tendría un impacto económico real; además, solo drenaría los recursos que percibe el Estado, por lo que fue descartado”.

Esto da pena; porque demuestra -como si hiciera falta- que la administración rehuye a su responsabilidad. Claro que ha subido el petróleo y eso afecta los precios; pero la inflación (propiamente dicha) se debe principalmente a la pérdida de poder adquisitivo de la moneda y eso es responsabilidad de la administración (de esta, y de las anteriores). Otra prueba mas de irresponsabilidad, es que para la administración es inviable (e impensable) aliviarle la carga a los tributarios, o reducir sus gastos superfluos (que sabemos que son abundantes), o apretarse el cinturón.

También fue sugerido que se divulgue en qué mercados los precios están más bajos.

Esta es de las medidas más inútiles y populistas, de esas que se hacen sólo para que no se diga que la administración no hace nada porque, si usted vive en el Canton 21, ¿de qué le sirve saber que las zanahorias están $0.01 más baratas en la zona 19, al otro lado de la ciudad?

No me ayudes, compadre. A lo mejor la administración debería ser más responsable con el uso que les da a los recursos que les quita a los tributarios. Tanto quebradero de cabeza, sólo los llevará a descubrir el agua azucarada y a darles atol con el dedo a los ingenuos.


25
Mar 08

Hay que resistir a la tentación

A como están las cosas, los políticos deben resistirse a la tentación –y a la presión– de hacer algo para minimizar los efectos negativos que ocasiona el alza del precio del petróleo.

Veamos las opciones que se plantean hoy en las noticias:

  • Promover una campaña para concientizar a la población para que gaste menos en combustible, o recomendarle que lo use con más eficiencia.
  • Reducir el impuesto a la Distribución del Petróleo para que los combustibles sean vendidos a mejor precio.
  • Adherirse a Petrocaribe.
  • Fomentar la producción de etanol y de biodisel.
  • Escalonar los horarios de entrada de establecimientos educativos y de empresas.

La primera opción parece interesante; pero si la vemos de cerca notaremos que esas campañas son más un desperdicio de recursos y un paliativo para que no se diga que no se hace nada. En realidad muchos de nosotros ya estamos racionando el uso del combustible porque nos hemos dado cuenta de que está carísimo y de que hay que usarlo mejor. La gente no es tonta y racionaliza el uso de los recursos sin necesidad de campañas costosas.

La segunda opción es la mejor, porque el citado impuesto encarece artificial y políticamente el precio de los combustibles. No es una consecuencia de las condiciones del mercado, sino un gravámen antojadizo que puede ser fácilmente eliminado. Dicha eliminación no sólo bajaría el precio de los combustibles, sino que obligaría a las autoridades fiscales a racionalizar sus gastos y a priorizarlos, para enfrentar la ausencia de los recursos que proveía el tributo citado.

La tercera opción es inaceptable; no sólo porque no ha tenido los efectos esperados en países firmantes, como Nicaragua; sino porque es venderle el alma al diablo.

La cuarta opción también es una idea mala. En primer lugar porque no tiene un impacto en los precios; en segundo, porque encarece los precios de la caña de azúcar y de los otros productos alimenticios que se usan para producir el etanol y el biodiesel; y en tercero, porque privilegia a los productores de etanol y de biodiesel. Los exonera de impuestos, o desvía, para ellos, recursos que de otra forma no les correspondería.

La quinta también es inaceptable porque interfiere artificialmente en las decisiones y necesidades de los afectados por la disposición. Altera la asignación de recursos y la toma de decisiones económicas. Hará que unos sean beneficiados y otros damnificados por una decisión política centralizada. Resultará en un juego de suma cero en el que unos ganarán y otros perderán, arbitrariamente.

Al final, es erróneo partir de la idea de que “el país” está gastando mucho en combustibles. En realidad, la gente y cada uno de nosotros gastamos más en combustibles y somos los responsables de administrar nuestros recursos y de usarlos racionalmente. Esa responsabilidad también es del gobierno y de los pipoldermos; pero no debe suponerse que lo que es bueno para unos -en términos de cómo administrar sus recursos- es bueno para todos. Eso sería un abuso y la mediciona resultaría peor que la enfermedad.


17
Mar 08

Otra perspectiva sobre impuestos

Juan Carlos Hidalgo, de el Cato Institute, cuate y bloguero, fue entrevistado por Prensa Libre y dijo que “La solución a la falta de recursos del Estado para cumplir con sus funciones básicas no está en el incremento o creación de nuevos impuestos; sino en la simplificación e incluso reducción de los mismos”. Si a usted le interesan esos temas, seguramente querrá leer la entrevista completa.

Juan Carlos explicó que “el gobierno del presidente Alvaro Colom tiene delante de sí una buena oportunidad para promover una reforma fiscal “integral” pero agrega que sería irresponsable que esos cambios fueran en el sentido de aumentar o crear nuevos tributos, porque atentarían contra el fin principal de la reforma: incrementar los recursos del Gobierno”.


16
Mar 08

Todo más y más caro

Ahora que están subiendo los precios del pan y de la gasolina; ahora que están subiendo las tasas de interés; ahora que todo se está poniendo más y más caro, ya lo he preguntado antes: ¿qué se le ocurre a la administración socialdemócrata guatemalteca? Subir impuestos.

El presidente Alvaro Colom confirmó que habrá más tributos para 2009. “Sí hay necesidad de un reajuste en la parte fiscal para que haya mejor y más recaudación, con el fin de aumentar la base tributaria, pero también para que se aumenten los ingresos y sostener al país”, dijo.

Luis Alberto Moreno, presidente del BID, dijo con descaro y sin vergüenza que “los estados deben ser como el jueguito de la perinola donde todos ponen”. A mí, esa posición me parece insostenible si no se habla claramente del costo de tener gobierno. Los burócratas internacionales y los pipoldermos* locales no dudan en elevarles esa carga a los tributarios; pero se rehusan a revisar la calidad del gasto público y sus prioridades. Hablan de pactos fiscales, por ejemplo; pero estos se hacen con grupos de presión que viven del presupuesto del estado, o con grupos de presión que pueden pagar equipos de contadores y auditores que les permiten eludir los impuestos. ¿Quién le consulta a usted que vive de su sueldo y que no puede hacerse los quites?

Si en realidad el estado fuera como la perinola y todos pusiéramos, primero habría que revisar el gasto, luego calcular el costo de tener gobierno y por último preguntarnos a todos si estamos dispuestos a pagar ese costo, o si hay que revisarlo de nuevo. De otra forma, el juego de la perinola es uno de toma todo, especialmente para los que viven del presupuesto del estado, o dependen de privilegios para su existencia.

La foto es de mi perinola.

*Pipoldermos: neochapinismo para pícaros políticos que por el momento detentan el poder.


11
Mar 08

¡Aaaaaaaaaaaaleluya!

A los diputados guatemaltecos, el Organismo Legislativo -con dinero de los tributarios- les pagaba almuerzos para que les abundara el tiempo y para que pudieran comer en el hemiciclo parlamentario mientras producían.

La actual administración legislativa dispuso bajar el costo de aquellas comidas (de $11.68 a $5.19) y los diputados se enojaron porque también disminuyó la calidad de las viandas.

Hoy, nos enteramos de que los diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza, el partido oficial, no recibirán los almuerzos baratos que les dan ahora y que “ahora no podrán quedarse a trabajar hasta tarde”.

¡Aaaaaaaaaaaaaleluya! Ojalá y cumplan. Ojalá y dejen de producir normativas y regulaciones. Ojalá dejen de repartir privilegios.


11
Mar 08

Desperdicio y ¿solidaridad?

Abro uno de los principales diarios guatemaltecos y me encuentro con una esquela de a página por el fallecimiento de uno de los funcionarios de la administración socialdemócrata, cuyo lema es Tiempo de solidaridad. Una de esas páginas cuesta poco más o menos $3766.

Yo estaba por no escribir esta entrada porque claro que es lamentable que fallezca una persona; y yo se el gusto que da ver las esquelas que la gente pone, generosa y cariñosamente, cuando a uno se le muere un pariente. Pero una cosa es que un amigo, un cliente, un proveedor, o un pariente ponga una esquela, con su dinero; y otra, muy diferente, es que de los fondos públicos -que tanta falta hacen para seguridad, justicia, salud, o educación- sean desperdiciados en esquelas faraónicas.

La esquela de a página va seguida por tres esquelas de media página que cuestan unos $1883 cada una; y por una pequeña de $1168. La esquela de a página se repite en otros dos diarios que tengo a mano.

¡Con razón nunca alcanza el dinero de los impuestos! Por eso es que, cuando la administración socialdemócrata quiera discutir impuestos, nada procede si antes no se revisan los gastos y sus prioridades. Y habría que preguntar, ¿con quién es solidaria la administración cuando es tan generosa con el dinero ajeno? ¿Es necesario que, cuando se muere un funcionario, la administración gaste $11,298 (que supuestamente no tiene) en sendas esquelas?

Talvez debería haber una política de esquelas; o talvez la administración no debería poner esquelas. ¿Quién decide cuántas poner y de qué tamaño? ¿Es necesario que se ponga una sóla en nombre de toda la administración, o hay que poner una por cada oficina buroctática que tenía relación e intereses con el difunto? ¿Alquien sabe cuánto desperdicia la administración completa en esquelas, al año?


04
Mar 08

Justicia contra el terrorismo fiscal

La Superintendencia de Administración Tributaria, en 2003 -durante la administración de Marco Tulio Abadío (que ahora está preso)- acusó al diario guatemalteco El Periódico de evadir impuestos. Sin embargo, la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del ramo Civil y Mercantil, resolvió en favor de El Periódico y concenó a la SAT a resarcir al diario por daños morales.

Este fallo es importante porque allana el camino para proteger la privacidad de las informaciones contables y proteger a los tributarios contra las posibilidades de terrorismo fiscal por parte de los recaudadores. Ayuda a reforzar el principio de que las autoridades deben estar sometidas a la ley; y no alreves.

¡Todo el orbe cante!


02
Feb 08

¡Ni un centavo más!

En esta semana nos enteramos, o más bien, confirmamos, que el Gobierno ha pagado un alto sobreprecio por las medicinas que compra. También leímos que el Organismo Ejecutivo andaba detrás de la aprobación de un préstamo de US$8 millones para consultorías.

Nos escandalizamos, hace poco, al enterarnos de que un estudio que no aparece, sobre el sistema de salud, podría haber costado unos US$6 millones. También leímos, con indignación, que en el Congreso habían gastado US$1 millón para comprar un sistema electrónico, para el control de las votaciones, y de que a los diputados no les da la gana usarlo. Leemos que los nuevos puestos en el Ejecutivo, para la administración socialdemócrata, costarán US$3.2 millones. El Organismo Legislativo está plagado de plazas fantasma. Todo esto es solo lo que se sabe; y la consigna parece ser: “¡Atásquense, coches, que hay lodo!”

En medio de aquella tragedia se asoma lo que es de esperarse, sin estado de Derecho y sin mercado confiables. Tras haber alcanzado su mejor ciclo de crecimiento de los últimos 30 años, la economía guatemalteca empieza a mostrar síntomas de desaceleración: el crédito bancario a las empresas y el Índice de Medición de la Actividad Económica muestran un ritmo descendente.
Pero claro, no hay nada tan malo que no pueda ponerse peor. Ahí anda el vicepresidente Espada, amenazando con que va a subir los impuestos al tabaco y al licor, y que va a elevar el Impuesto Único sobre Inmuebles, cosa que ya tiene encaminada el alcalde capitalino. Y la Junta Monetaria sube que sube las tasas de interés, alzas que castigan violentamente a quienes están pagando su casita, y marginan a quienes soñaban con empezar a pagar la suya. Los pipoldermos* son como Pac Man, que por donde pasan devoran y corroen.

Y si usted creyó que toda la tragedia terminaba aquí, entérese de que el Grupo Promotor del Diálogo Fiscal propondrá un paquete de impuestos que elevará la carga tributaria a 13.2 por ciento del Producto Interno Bruto. No es broma, nos quieren subir los impuestos en el momento en el que la actividad económica va en descenso. Claro que eso sólo puede ocurrir si usted deja que ocurra.

Mi opinión es que los pipoldermos, de la ideología que sean, no tienen derecho a pedir que usted trabaje más, para mantener a los que viven del presupuesto del Estado, hasta que no ocurran dos cosas: 1. Que cesen total y absolutamente la mala administración y el desperdicio de los impuestos tomados de los tributarios. 2. Que sea revisada la calidad del gasto público y que todo gasto innecesario o que sirva para atender las demandas de los buscadores de rentas parasitarias sea eliminado.

Solamente hasta que se cumplan aquellas condiciones previas se puede hablar de impuestos. El diálogo fiscal no debe ser con y entre grupos de interés, sino con los tributarios mismos; por lo que cualquier reforma tributaria debe ser sometida a consulta popular. Los que pagan deben poder ejercer su derecho a decidir si quieren pagar y para qué. Los tributarios tienen el derecho a saber, exactamente, cuál es el costo de tener gobierno.

Hasta ahora, los guatemaltecos hemos actuado más como súbditos que como ciudadanos. Habiendo sido criados en una cultura que no cuestiona la pretensión de unos en cuanto a vivir del trabajo de otros, por medio de los impuestos, estamos demasiado dispuestos a soportar canalladas como las que encabezan esta columna.

Con tanto desperdicio, ¿ya se dio cuenta, usted, de que el problema no es que los pipoldermos no tengan dinero? ¡Lo que les sobra es la plata, y por eso la malgastan y la hacen piñata! Si su asociación gremial se sienta a pactar impuestos con la administración, renuncie a ella. Si conoce de actos de corrupción y de desperdicio de tributos, escriba a Prensa Libre, o llame a Todo a pulmón. ¡Por Dios, no contribuya con su indiferencia al enriquecimiento de los que viven de la teta del Gobierno! *Pipoldermos: pícaros políticos que por el momento detentan el poder.

Publicada en el diario Prensa Libre el sábado 2 de febrero de 2008


29
Ene 08

Magnífica oportunidad para hacer tonteras

Hoy amanecemos con la novedad de que la producción nacional muestra signos de desaceleracion. “Tras alcanzar su mejor ciclo de crecimiento de los últimos 30 años, la economía guatemalteca empieza a mostrar síntomas de desaceleración: el crédito bancario a las empresas, así como la emisión de moneda, se han reducido, y el Índice de Medición de la Actividad Económica muestra un ritmo descendente desde septiembre pasado”.

¡Una magnífica oportunidad para subir el Impuesto Unico Sobre Inmuebles, o para elevar otros tributos que pagan los guatemaltecos! ¡Una ocasión inmejorable para subir las tasas de interés y encarecer los precios de la vivienda! Usted dirá que es broma lo que digo…pero, ahí está que no. Esto es lo que nos recetan los pipoldermos. Y usted, ¿qué hace para evitarlo?


25
Ene 08

Otro machetazo

El médico machete ataca de nuevo: el vicepresidente Espada anunció que la administración socialdemócrata hará una revisión del Impuesto Unico Sobre Inmuebles y de los privilegios fiscales. La semana pasada, el médico dijo que estaba trabajando en elevarles los impuestos al licor y al tabaco.

Yo digo que completamente improcedente que se hable de elevar impuestos sin antes reducir el gasto presupuestario. Una vez hecho aquello, a satisfacción de los tributarios, cualquier nuevo impuesto, o alza en las tasas de los tributos, debe ser consultada con quienes van a pagarlos. No más impuestos para que los diputados se vayan de fin de semana a un hotel con jacuzzi, no más impuestos para que se deperdicien en tecnología que nadie quiere usar, y no más impuestos para viajes extravagantes, o para proyectos pretenciosos. No más impuestos para multiplicar la burocrácia y no más impuestos para satisfacer las exigencias de los grupos de interés que viven del presupuesto del estado.

“Los funcionarios vienen a pedir más dinero al Congreso, pero nunca logran invertir todos sus recursos, a pesar de las grandes necesidades del país”, lamentó la diputada Nineth Montenegro al cuestionar como es que en el año pasado se transfirieron millones de quetzales sin dejar rastro y sin que fueran usadas para beneficiar a los más necesitados.

Es evidente que a los pipoldermos lo que les sobra es el dinero.