Justicia
05
Mar 09
Etapa 2 y El señor de las moscas
12
Feb 09
Los jueces tiemblan, y tiembla todo
“Buenos días licenciado. Su hija Jennifer llegó hoy a las 7:25 al Colegio La Enseñanza, donde estudia. Llegó cinco minutos más tarde de lo acostumbrado, ¿verdad?” ¿Qué cree usted que pasa si un juez que tiene a su cargo un proceso sobre narcos recibe una llamada así?
Pasa que los jueces no quieren conocer los casos que involucran las narcomasacres.
Los chapines ya hemos vivido circunstancias parecidas. Allá por los años 80 los jueces no se animaban a hacerse cargo de procesos contra guerrilleros; y ¿recuerda, usted, qué se hizo para solucionar el asunto? Se acudió a tribunales secretos; pero eso acarrea muchos problemas. Lo cierto es que el estado de derecho está bajo asedio y que todo tiembla.
Mientras que San Nicolás y Evita toman el control absoluto de esa piñata que es el Presupuesto del estado, mientras que la administración de Los Colom enriquece a Angel González, mientras que el Presidente presume de logros que son simples proyecciones, y mientras San Nicolás sueña con irle a colgar la Orden del Quetzal a Fidel Castro, el país tiembla a manos del narco.![]()
09
Ene 09
Vapuleos, linchamientos y vida tribal
Este vapuleo llegó a ustedes por cortesía de Tigo, parece decir esta foto en la que una mujer golpea a un personaje, mientras que otra, atrás, lleva una toalla con aquella marca de telefonía.
Bromas aparte, hoy leo que entre la dirigencia indigenista”se discute si es necesario chicotear a quienes no quieren entender que hacer daño a los otros no es correcto”, y que el castigo físico es una opción, aunque sea la última. En ese sentido, es oportuno hacer unas meditaciones sobre la naturaleza de los delitos y de las faltas; y sobre la naturaleza de las penas en una sociedad, y en una tribu.
Todo delito, o falta es una acción humana; y como tal, se entiende que es voluntaria y dirigida a conseguir un resultado. Para que una acción humana sea delito, o falta debe estar tipificada como tal en la ley atendiendo el aforismo que dice nullo crimen, nulla poena, sine lege.
De Ludwig von Mises, aprendemos que la acción humana es una conducta conciente, voluntad movilizada y convertida en actuación, que busca alcanzar objetivos y fines precisos. Cuando el hombre actúa, opta, determina y procura alcanzar fines. Y toda acción humana -aquí y en China, hoy y en todos los tiempos- pasa por tres requisitos previos: 1. Cuando una persona actúa, aspira a sustituir un estado menos satisfactorio por otro mejor, es el malestar el incentivo que induce a las personas a actuar. 2. La mente identifica una, o más situaciones más gratas. 3. La mente advierte la existencia de una conducta que sea capaz de suprimir, o reducir la incomodidad sentida. Haga usted la prueba…con cualquier acción que haya hecho, y se dará cuenta de que la hizo porque quería pasar de un estado de menor, a uno de mayor satisfacción. Independientemente del fin que aspire, ninguna acción humana es posible sin la concurrencia de los tres requisitos.
Todos los delitos, o faltas dolosos son cometidos en cumplimiento de aquellos requisitos; y los delitos, o faltas culposos resultan de acciones que cumplieron los requisitos citados. El delito es doloso cuando el resultado ha sido previsto, o cuando el autor lo ve como posible y aún así ejecuta el acto, y es culposo cuando con ocasión de acciones u omisiones lícitas, se causa un mal por imprudencia, negligencia o impericia.
A estas alturas es necesario reflexionar, también, sobre el hecho de que hay acciones libres, y acciones no libres. Ambas están sometidas a la necesidad de los tres requisitos de arriba; pero son distintas en cuanto al rol que tiene la responsabilidad. Libertad y responsabilidad son dos caras de la misma moneda, inseparables, y no hay una, sin la otra. Es inadmisible pensar que puedan existir una sin la otra; y cuando la gente cree que ha habido libertad sin responsabilidad, a lo que se refiere es al libertinaje, que no es lo mismo que la libertad.
El delito y la falta, como acciones, tienen otra característica: son jurídicamente trascendentes. Lo son porque implican daños contra la vida, la libertad y/o la propiedad de las víctimas; y lo son porque tienen consecuencias de orden jurídico. Esas consecuencias son las penas y hay dos grandes tipos de penas: las de expiación o retribución que implican sufrimiento y castigo como consecuencia del delito o de la falta cometidos; y las de prevención que buscan evitar la comisión de nuevos delitos. Un tercer tipo es de naturaleza distinta y es el de la pena como tratamiento con el propósito de reformar a los delincuentes reformables.
Entre la dirigencia indigenista, el discurso apunta hacia la prevalencia de penas del segundo y del tercer tipo; pero la realidad -entre vapuleos y linchamientos- apunta hacia la abundancia de penas del primer tipo y las penas infamantes. De ahí las chicoteadas, las exhibiciones en calzoncillos, los vapuleos y los linchamientos espantosos. Reportaje tras reportaje, la dirigencia indigenista insiste en que la justicia maya se basa en consejos, diálogos y orientaciones; pero la realidad es otra. El jacobinismo y la irresponsabilidad de la acción colectiva generalmente degeneran en escenas dantescas de cuerpos quemados y retorcidos.
Los ancianos, los abuelos y los sabios dirán que sí; pero lo cierto es que los tirones de orejas que funcionan en la familia, en el clan y en la tribu -tan personales y tan cerradas-, no funcionan en la sociedad -tan contractual y tan abierta-. La eliminación de las penas infamantes, la sistematización del debido proceso, la responsabilidad individual, y otros, son conceptos que Occidente le ha aportado a la humanidad. Y la dirigencia indigenista hace mal en deshecharlos, a cambio de prácticas tribales que tanto se han prestado para la barbarie.
La foto es de Prensa Libre.
30
Jun 08
El perdón para Dante Alighieri
Después de 700 años, Dante Alighieri -condenado al exilio y a pagar una multa- fue perdonado en Florencia.
En 1992, Juan Pablo II rehabilitó a uno de mis héroes, Galileo Galilei, a quien la iglesia católica había condenado por “afirmar que la Tierra gira alrededor del Sol “. En su oportunidad Galilei tuvo que abjurar de sus ideas y aún así fue condenado por blasfemia.
¿Recuerda, usted a Dante? Su plaza, en Guatemala, está junto a la Casa del Tío Juan y siempre me ha llamado la atención lo enojado que se ve en el busto. Alighieri fue el autor de La Divina Comedia, y padre de la lengua italiana, además de haberse dedicado a la polítca. En 1302, los florentinos expulsaron a Dante por un periodo de dos años y le impusieron una multa. Dante no la pagó y los florentinos amenazaron con ejecutarlo si regresaba a la ciudad. El exilio del poeta transcurrió en Verona y en otras ciudades del norte de Italia; así como en París.
En 1316 la ciudad de Florencia le ofreció a Dante la posibilidad de regresar; pero le puso las mismas condiciones que solían serles impuestas a los criminales perdonados por las autoridades de la ciudad. Dante rechazó el ofrecimiento, y dijo que jamás regresaría a menos que le fuesen restituidos su dignidad y su honor. Alighieri vivió en el exilio, y pasó sus últimos años en Rávena, donde murió en 1321.
Hace unos días, la moción para rehabilitar a Dante pasó por 19 votos a cinco en el concejo de la ciudad; y el alcalde de Florencia, Leonardo Domenici, revocó la sentencia y le rendirá honores al poeta.
Gracias a Andrew Lewis, mi profesor de Renaissance, por la pista.
14
Jun 08
La Cicig se cura en salud
Beat Rohr, el procónsul de la ONU en Guatemala, dijo que “el más grande enemigo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala es la expectativa. Es una comisión muy humilde en términos de recursos, y puede conducir a una menor impunidad en el país, pero no lo va a resolver todo”.
A mi, eso me suena a curarse en salud, o como se dice por ahí, “duele menos si lo digo primero”. Lo cierto es que quienes querían que la Cicig fuera una forma de Gestapo, o de KGB, se quedaron con las ganas; y lo que resultó fue una oficina de burócratas más que no reportará muchos más beneficios que aquellos que reciban los que obtienen cheques mensuales de ella.
Lo que si es cierto es que, como dice Rohr, la Cicig “al final depende del funcionamiento del sistema de justicia guatemalteco”; y ahí es donde estaba el problema desde el principio. No hacían falta funcionarios exentos de impuestos y que ganan cheques en dólares para que nos dijeran eso. Al final, la Cicig no será más que un ñaque más, en la extraordinaria colección que acumulan la ONU y la administracion chapina.
10
Jun 08
Historias de muertos y asesinos
Tomohiro Kato, el japonés que mató a siete (y acuchilló a 17) anunció en Internet la matanza que protagonizó en un distrito comercial de Tokyo. Mientras tanto, aquí en Chapinlandia, leemos que Miguel García, marero conocido como El Duende, clama: “Sólo he matado a 10 personas”. El Duende ya había sido capturado por su presunta vinculación en el asesinato de siete, pero fue liberado a solicitud del Ministerio Público. Ahora está preso por la muerte de otro.
17
Feb 08
Yo no fuí, fué Teté
Rodolfo Quezada, cardenal guatemalteco, opinó que la pena de muerte no resolvará el grave problema de inseguridad que vive el país y generará más violencia. Dijo que la pena capital es un invento del diablo. Consideró que su organización debe defender siempre la vida y rechaza la pena de muerte*.
El dirigente católico dijo que la pena capital no es disuasiva y aseguró que “en los lugares donde todavía existe, siguen los asesinatos”.
El principal argumento del Príncipe de la Iglesia pierde todo sustento cuando uno lee La pena de muerte es disuasiva, columna de Luis Enrique Pérez en la que el periodista expone cuatro estudios científicos que claramente prueban que efectivamente, la aplicación de la pena capital si disuade a delincuentes potenciales.
Y bueno…¿qué decir de la segunda parte del razonamiento cardenalicio? ¡Claro que la delincuencia va a existir a pesar de que haya prohibiciones y penas para su comisión! Si el problema no es que haya delincuentes, lo grave es que no enfrentan las consecuencias necesarias de su conducta criminal. Por eso, más importante que la existencia de la pena de muerte en el Código Penal, es que se cumpla dicha pena luego de que es impuesta por los tribunales de justicia. De nada sirve la existencia de una pena que todos saben que nadie va a tener la entereza de aplicar.
¿Saben qué me extrañó, y no debería parecerme raro? Desde mi punto de vista, la mejor objeción contra la pena de muerte es que, como la vida es el valor supremo, nadie debe estar facultado para violarla; ni siquiera en ejercicio de las facultades judiciales del Estado, en cumplimiento de la búsqueda de la justicia. Y al Cardenal se le escapó este detalla importante.
Y no me extraña, por supuesto, porque Quezada es dirigente de la misma organización que no dudaba en quemar en la hoguera a filósofos y mujeres sencillas, sólo porque no estaban de acuerdo con sus dogmas, o porque “eran brujas”.
A manos de la Inquisición “El detenido era encarcelado en una cárcel especial. Se secuestraban sus bienes para su mantenimiento y los gastos de su proceso. Incomunicado, el reo ignoraba a menudo por completo los cargos que se le imputaban. El proceso consistía en una serie de audiencias en que se escuchaba a los denunciantes y al acusado. Este último contaba con un abogado que no la defendía sino meramente le amonestaba a que confesase sus culpas, o le asesoraba en cuestiones de procedimiento. Para obtener la confesión se podía utilizar la coacción; ya sea mediante la prolongación de la prisión, ya sea por la privación de alimentos, o bien, en útlimo lugar, por la tortura”.
“La condena podía ser leve o vehemente. En el primer caso el castigo podía ser una multa, una reprensión y llevar un sambenito para que la gente supiese que había sido penitenciado por el Santo Oficio y prestase atención a lo que decía por si volvía a cometer herejía. En el segundo caso, era, según la fórmula, relajado al brazo secular, esto es, entregado a la jurisdicción ordinaria para su ejecución. Si el reo a ajusticiar se arrepentía, se le ahorcaba, si era de baja condición social, o se le degollaba si era de condición social alta; si no abjuraba de sus errores, se le quemaba vivo“.
La organización de la que Quezada es un dirigente de primera línea quemaba, degollaba y ahorcaba a sus condenados; pero en su sabiduría infinita (o en su hipocresía) no lo hacía de propia mano, sino que los entregaba a la justicia ordinaria, para no mancharse las manos. A modo de Yo no fuí, fue Teté, la Iglesia mandaba a matar, pero no ejecutaba las penas. Y santos en paz. O quizás no.
En una cosa tiene razón el Cardenal chapín: otra de las objeciones válidas para la pena de muerte es que los tribunales se pueden equivocar; como se equivocó su organización cuando mandó a quemar a Giordano Bruno, cuando quemó y atormentó a brujas y hechiceras (aunque no fueran tantas como se cree), o cuando intimidaba y condenaba a Galileo Galilei.
No estoy a favor de la pena de muerte porque creo que la vida humana debe ser intocable y porque se pueden cometer errores; y por esas razones debe ser abolida. Sin embargo, mientras esté vigente y mientras los tribunales la hayan impuesto, aquella debe ser aplicada.
*Prensa Libre, página 3, del 16 de febrero de 2008. No pongo el enlace porque no está funcionando http://www.prensalibre.com.gt/
31
Ene 08
En trajecito color naranja
A ver si se nos hace…ver a Alfonso Portillo en el trajecito color naranja, que es el uniforme de los huéspedes del Preventivo de la zona 18 y de Pavón.
Hoy nos enteramos de que “La Suprema Corte de Justicia (SCJ) de México negó un amparo al ex presidente Alfonso Portillo, con el cual se pretendía dejar sin efecto la resolución de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que a finales del 2006 dio vía libre para entregarlo a la justicia guatemalteca, donde se le sigue un proceso por el desfalco de Q120 millones en el Ministerio de la Defensa, en el 2001”.
Mientras escribo estas líneas, me entero de que aquello posiblemente no sea posible, de todas formas, porque fue eliminado el uniforme citado; no está claro si fue porque “iba en detrimento de la dignidad de los presos”, o si “ofendía la sensibilidad cultural de los reos indígenas”. Lo cierto es que, si el mono anaranjado ya no está en uso, es una verdadera lástima.
18
Ene 08
Recogiendo aceitunas con las nalgas
Antes de ser golpeado y de ser dejado por muerto, Marcelo Tiriquiz conducía un picop en el cual Pascual Grave, Mario Ramos y Pedro Mateo supuestamente iban a cargar mazorcas de maíz.
Cuando Tiriquiz llegó a recoger la carga fue golpeado con palos y fue herido de gravedad. Al ver que no se movía, sus agresores lo dieron por muerto y se llevaron el vehículo. Tiriquiz se recuperó, pidió ayuda y denunció a sus atacantes.
Los vecinos del cantón Chulumal Segundo, de Chichicastenango, capturaron y hallaron culpables de aquellos actos a los tres sujetos mencionados arriba.
El pueblo, que no es Fuenteovejuna, decidió que no sometería a los acusados a las leyes occidentales; y decidió hacer justicia por su propia mano. Los acusados, en lugar de ser escuchados y vencidos en juicio a la usanza de Occidente, fueron sometidos a la justicia rápida y jacobina que hace las delicias de algunos y que se dice democrática y consuetudinaria.
Grave, Ramos y Mateo fueron dejados en calzoncillos; fueron atados en la plaza pública y fueron sometidos a castigos como llevar carga mientras recorrían un tramo sobre piedrín; también tuvieron que acarrear la carrocería de un picop y fueron manguereados.
Si estas cosas no fueran serias, me darían algo de risa. ¡Por lo menos no se les ocurrió la salvajada de rociarlos con gasolina!, como ha ocurrido en otras partes y en otras ocasiones. Pero, ¿es aquello justicia? Si a usted le robaran su auto y lo dejaran por muerto luego de apalearlo, ¿qué pensaría de esto? Los castigos que recibieron Grave, Ramos y Mateo más bien parecen pruebas de fraternidad. La próxima vez, ¿por qué no hacen que los presuntos delincuentes se traguen un pez dorado? Talvez podrían obligarlos a que recojan, con las nalgas, sendas aceitunas puestas sobre bloques de hielo.
Más allá de todo esto, ridículo como es, ¿de qué nos han servido años y años de experiencia penal para la eliminación de las penas inafamantes en Occidente?
¿Saben qué me gustaría saber? ¿Qué ocurre con las personas a quienes se les imponen este tipo de castigos? ¿Vuelven a deliquir? ¿Siguen viviendo como si nada en el pueblo? ¿No vuelven a asomarse por ahí? ¿Escarmientan? ¿Se ríen de todo frente a un litro de cerveza, mientras chupan limones colgados de hule canche? Los próximos que causen lesiones graves y roben un auto, ¿serán sometidos a los mismos castigos, o recibirán castigos diferentes? ¿Cómo se definen los castigos?
La foto es de Prensa Libre, por Jimmy Ren.
18
Ene 08
¡Se le aguanta mucho a Menchú!
Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, acciónó contra la Corte de Constitucionalidad por la resolución en la que los miembros de aquel Tribunal resolvieron que España no tiene juriscicción para juzgar a 7 guatemaltecos sindicados de delitos cometidos en Guatemala.
La ex candidata presidencial (que obtuvo 5.74% de los votos válidos) dijo que “pudo haber discriminación, ya que los magistrados, por ser ladinos, favorecieron a los sindicados, que son de su mismo grupo étnico”. En la lógica de la fracasada empresaria de farmacias, sólo los indígenas fallarían a favor de los reclamos indígenas, sólo las mujeres fallarían a favor de las demandas de las mujeres, sólo los pobres fallarían en favor de las exigencias de los pobres, sólo los hombres fallarían a favor de las pretensiones de los hombres, y así sucesivamente. Porque, si no lo hicieren, estarían incurriendo, necesariamente, en discriminación contra los suyos.
¡Yo digo que se le aguanta mucho a Menchú! Para ser alguien por quien no votan ni en su mismo pueblo, se le pone demasiada atención a sus disparates. Este último, el de acusar de discriminadores a jueces que resuelven que otro país no tiene jurisdicción para juzgar a personas acusadas de cometer delitos en Guatemala, es, por lo menos, un absurdo que sólo se explica por la necesidad de mantenerse a flote luego de sus fracasos político y empresarial.

