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Sep 20

Después del debate de ayer

Después del debate de ayer entre Donald Trump y Joe Biden, luego de ver -horrorizado- los actos de violencia y de vandalismo protagonizados por grupos como BLM y Antifa, así como luego de ver la reacción de el partido Demócrata frente a aquellos actos; tras observar el comportamiento peculiar de Biden durante la campaña, me adhiero (en un elevadísimo porcentaje) a lo escrito por el arquitecto y filósofo Warren Orbaugh en un artículo titulado ¿Por qué apoyo a Donald Trump?

Haz clic en la foto de Foxnews, para ver el debate.

Me adhiero y se los comparto porque creo que, para Guatemala, la presidencia de los Estados Unidos de América en manos de Biden, de los demócratas, de los grupos que los apoyan y de la filosofía `ía en la que se sustentan, son una opción peor a la que ofrecen Trump, los republicanos y los grupos que los apoyan, así como su filosofía.  Lo comparto, también, porque estoy seguro de que estas elecciones, en la gran nación del norte, van a ser como ninguna otra en el sentido de que -si los demócratas fueran derrotados- la dirigencia de ese partido y las de los grupos violentos que los apoyan son capaces de desatar el infierno en la Tierra y se va a hacer necesario tomar partido…aunque sea desde la tierra del quetzal, no por Trump y  su partido (a quienes les ha de ser inclusive lo que se opine en este espacio), sino por los principios republicanos (como forma de gobierno), por los valores de occidente y por que  Los lugares más oscuros del infierno están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en tiempos de crisis moral, como escribió Dante Alighieri.

Dice Warren Orbaugh:

Una exalumna me dijo el otro día en una misiva que no entendía por qué yo apoyaba a Trump. He aquí mi respuesta:

«Querida Meilin, ya que preguntaste, te explicaré. Pero antes unas consideraciones importantes: Primero, no permitas que tus emociones interfieran con tu juicio. Segundo, recuerda que es un error capital llegar a conclusiones antes de tener todos los hechos, porque luego uno los retuerce para que se ajusten a la conclusión preliminar.

Ahora, elegir es siempre preferir una opción sobre otra. Esto significa que tu deliberación debe contemplar ambas opciones. Es irrelevante en este caso si Trump o Biden te simpatizan o no. No es concurso de Mr. Simpatía, ni van a ser tus amigos ni nada por el estilo. Lo que importa aquí es lo que significa que uno de los dos quede en el poder.

Examinemos primero a Biden. Es evidente que está senil, por lo que otros gobernarán por él. No es tan importante esto porque él apoya el consenso de su partido. ¿Qué significa esto para nosotros? Cuando los Demócratas gobernaron, apoyaron abiertamente a la izquierda. Hillary premió a Claudia Paz y Paz por su persecución a miembros del ejército de Guatemala, a Jasmín Barrios por un veredicto político e ilegal, a Rigoberta Menchú, etc. Intervinieron en los asuntos de Guatemala descaradamente. El embajador Todd Robinson desfiló en protestas contra el gobierno y asistió al congreso para presionar por los intereses de la izquierda. El embajador y congresistas Demócratas presionaron y amenazaron para apoyar a la CICIG – una institución anti republicana, pues estaba por encima de la ley. Si quedan volverán a presionar para conducirnos al socialismo.

Con Trump no ha habido nada de eso.

Veamos ahora lo que significa para los norteamericanos una victoria Demócrata. La política de los Demócratas para Estados Unidos, anunciada por ellos mismos, constituye básicamente en subir impuestos -70% a 80% – para financiar los maravillosos proyectos de carácter socialista del gobierno. Ya se ha visto hasta el hartazgo que esas políticas empobrecen a los ciudadanos. También han apoyado reducir los fondos para la policía. Nosotros sabemos lo que eso significa – una policía pobre – que solucionamos con policías y guardias privados. También es política de los Demócratas el apaciguamiento y el financiamiento de los enemigos de los Estados Unidos. ¿Es eso lo mejor para Estados Unidos de América?

Veamos ahora qué han hecho los Demócratas durante el gobierno de Trump. Primero, no aceptar su derrota como caballeros, rompiendo el ideal de civilidad norteamericana basada en la tolerancia de las opiniones de otros. Se empeñaron en el objetivo de sacar a Trump de la presidencia a como diera lugar. Inventaron el crimen de confabulación con los rusos en el que invirtieron mucho tiempo y dinero del pueblo para enjuiciar a Trump. Cuando se les cayó el juicio, por ser esta acusación falsa, inventaron otro crimen – el de quid pro quo – cosa que Biden sí hizo y confesó con mucho orgullo. Ese también se les cayó por ser falso. 

Sé que muchos norteamericanos ignoran que su nación es una república y creen que es una democracia. ¡Tremendo error! Los Padres Fundadores se encargaron explícitamente en evitar que la nueva nación fuera una democracia, donde el 51% de la población pudiera votar para violar los derechos del 49% restante. Lo que hicieron fue crear una república, donde nadie estuviera por encima de la ley, incluidos los gobernantes, y donde el propósito de la ley es proteger los derechos individuales de los ciudadanos. Ambos tipos de gobierno tienen propósitos diferentes y contrarios: el propósito de la democracia es que se haga lo que la mayoría vote. El propósito de la república es la protección de la libertad de sus ciudadanos de su violación, incluso por una mayoría que vote violarlos. Para garantizar que no se convirtiera en democracia, los Padres Fundadores idearon un sistema electoral donde se vota para elegir a los representantes del pueblo por sufragio universal popular – como en una democracia; para elegir a los miembros del senado (2 por estado) por mérito – como en una aristocracia; y para elegir presidente por medio de un Colegio Electoral. Los Demócratas quieren eliminar el Colegio Electoral para convertir las elecciones a solamente sufragio popular y destruir así la república. Considero eso un error fatal que destruiría a los Estados Unidos de América.

Los Demócratas hicieron un gran escándalo por la política de Trump contra la inmigración ilegal– política sostenida también durante los gobiernos de Clinton y Obama (los mismos discursos que Trump, el mismo muro, las mismas carceletas y deportaciones). 

Durante la pandemia, cuando Trump dijo que sus consejeros médicos le habían indicado que la hidroxicloroquina podía ser efectiva contra el virus, lo atacaron burlándose de él, diciendo que era una irresponsabilidad recomendar eso a los ciudadanos, etc. – pero, tuvo razón. [En esto tengo dudas.] También quieren culparlo del desastroso manejo de la pandemia que se dieron en algunos estados, haciendo caso omiso de que Trump no puede imponer ninguna política nacional al respecto por restricción constitucional y que la imposición de políticas estatales es atribución de los gobernadores y alcaldes de los diferentes estados y ciudades.

En cuanto a los disturbios que vemos ahora, es importante recordar los discursos, incitando a la violencia, de Nancy Pelosi quien dijo no entender por qué no había sublevaciones por todo el país, pero que tal vez las iban a haber; de Biden diciendo que si estuvieran en secundaría le rompería la crisma a Trump, aseveración a la que se sumaron algunos demócratas de Hollywood, como Madona quien afirmo que había pensado mucho sobre dinamitar la Casa Blanca o Johny Depp preguntando cuando fue la última vez que un actor había asesinado a un presidente de los Estados Unidos ; y de Chris Cuomo defendiendo los destrozos hechos por los manifestantes y preguntando ¿dónde dice que quienes protestan deben ser corteses y pacíficos? Y así muchos otros. 

Cuando al fin se dieron los disturbios con destrozos y saqueos a la propiedad privada, a negocios grandes y pequeños, por miembros de BLM (Black Lives Matter, una agrupación marxista) y de ANTIFA (una agrupación fascista), los gobernadores y alcaldes Demócratas las calificaron de protestas básicamente, pacíficas. Nancy Pelosi dijo que la gente hace lo que hace. Los Demócratas que gobiernan en los estados sujetos a tales violaciones, en lugar de proteger a sus ciudadanos, los abandonaron a su suerte. ¡Grave irresponsabilidad! Cuando Trump les ofreció ayuda, la rechazaron. 

Cuando estos salvajes energúmenos destrozaron los monumentos públicos, las estatuas de Jefferson, Franklin, Washington, Lincoln, Cristóbal Colón, etc., los Demócratas no sólo no lo condenaron, sino que propusieron quitar las esculturas de los monumentos a Jefferson y a Lincoln y las de la rotonda del Capitolio, porque podían ser ofensivas para algunos. En fin, parece ser que los Demócratas están determinados a destruir a la república de los Estados Unidos de Norteamérica, a su cultura e historia, como lo han afirmado algunos de ellos, entre estos Bernard Sanders, Alexandria Ocasio-Cortez, e Ilhan Omar. 

Ahora examinemos que ha hecho el gobierno de Donald Trump. El presidente actual es indudablemente agudo, poco diplomático y va directo al punto. Además, es muy buen negociador. Y a pesar de que los Demócratas quieren retratarlo como racista, la evidencia a lo largo de su vida muestra que no lo es. 

Hizo el mayor recorte de impuestos y desregulaciones en la historia de Estados Unidos, lo que hizo que aproximadamente trescientos mil millones de dólares retornaran a la economía en el primer cuarto del año, lo que creo muchos empleos, llegando al más bajo desempleo en cuarenta y nueve años. Esto permitió también que la producción de petróleo fuera la más alta de la historia, que aumentara la exportación de carbón en un 60%, y que exportaran gas natural por primera vez desde 1957. 

Sacó a Estados Unidos de los Acuerdos sobre el Clima de París, que destruían muchos empleos.  Hizo que los aliados de la NATO pagaran sesenta y nueve mil millones más en defensa de lo que hicieron desde 2016. Sacó a Estados Unidos del absurdo y lesivo contrato con Irán. Consiguió un acuerdo comercial con México que reemplazó al NAFTA. Consiguió un acuerdo con la Unión Europea que incrementó las exportaciones norteamericanas. Consiguió un financiamiento récord de setecientos mil millones para el ejército.  Consiguió que la FDA aprobara más drogas genéricas de bajo precio, más de lo que se había aprobado antes en toda la historia.

Si en dos meses no invade algún país, a pesar de que los Demócratas juraban que iba a iniciar la tercera guerra mundial, será el primer presidente de Estados Unidos desde 1928 que no inicia una guerra en su primer mandato. Sin embargo, consiguió parar los desplantes de Kim Jong-un. Dejó que los generales y expertos del ejército hicieran su trabajo y eliminaran al general terrorista iraní Qasem Soleimani, con lo que terminaron los ataques de Irán contra Estados Unidos. Y consiguió que Israel y Arabia Saudita firmaran un pacto haciéndolos aliados.

Trump ha condenado los disturbios provocados por BLM y ANTIFA y los declaró terroristas. Ofreció su ayuda a los estados que lo solicitaran. Condenó la destrucción de símbolos patrios, estatuas de Padres Fundadores y propiedad pública y privada.

Si gana Trump y sigue con políticas similares a las de su primer período, ayudará a fortalecer la república y a mejorar el nivel de vida de los ciudadanos norteamericanos.

En conclusión, según lo veo, los Demócratas, valiéndose de mentiras y sucias estratagemas, pretenden destruir la república y sustituirla por unos Estados Unidos Socialistas Democráticos, lo que sería perjudicial para los norteamericanos y para nosotros. Trump, con todo y sus defectos, quiere defender y conservar la república, el imperio de la ley y la protección de las libertades de los ciudadanos para crear riqueza y buscar su propia felicidad. Y eso es bueno para los norteamericanos y para nosotros.

Y es por eso, que apoyo a Trump».