22
May 15

Día de la diversidad biológica

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En el Día Internacional del Diversidad Biológica, ¿qué tal si reflexionamos sobre las verdaderas causas de la problemática? La existencia de áreas protegidas!  Esto es lo que propone la Red de Amigos de la Naturaleza:

En las más de 328 áreas protegidas, que ocupan 1/3 del territorio nacional, ocurre el mayor deterioro: incendios forestales, extracción ilícitas de madera y leña, extracción ilícita de animales, invasiones y deforestación. Esto es porque lo que es común de muchos es lo que recibe el menor cuidado, porque todos los hombres estiman más lo que es suyo que lo que poseen en común con otros; esto ya lo sabía Aristóteles hace más de 2000 años.

Mientras las áreas protegidas sean áreas de acceso abierto y sean áreas gestionadas como bienes públicos, el deterioro seguirá siendo evidencia de aquella tragedia de los comunes.

Rana propone la asignación de derechos de propiedad a personas individuales, o jurídicas de todas las áreas protegidas mediante:

La derogación de la Ley 4-89 y todo lo que ella contiene: el CONAP, el SIGAP, los permisos, burocracia, las concesiones a ONG y planes maestros. Los guatemaltecos debemos vivir por derecho y no por permisos. El CONAP debería convertirse en una comisión transitoria (máximo 4 años) con dos responsabilidades: 1) liquidar la esa organización y, 2) ceder los derechos de propiedad de las áreas protegidas mediante concursos públicos y trasladar sus competencias a oficinas como el Registro de la Propiedad y el Registro de Información Catastral.

Me apunto a celebrar este día rompiendo paradigmas, dejando de hacer lo mismo para esperar resultados distintos y buscando soluciones que no sean políticas.

La foto la tomé en El mirador, desde la pirámide El tigre.


22
May 15

A por la reforma del seguro social

igss

¿Te sorprendió lo del IGSS? No debería. Ese es uno de los casos que elPeriódico tiene años de estar denunciando. El seguro social es, ¿cómo se dice? un caso paradigmático para la corrupción.

Mira pues: El IGSS es un canasto de todos los afiliados en el que caen chorros de dinero. ¡Chorros! Como es de todos, es de nadie, ¿sabes? En ese sentido sufre de lo que se conoce como la tragedia de los comunes; es decir de una condición en la cual varios individuos destruyen un recurso compartido limitado (el común) aunque a ninguno de ellos, ya sea como individuos, o en conjunto les convenga aquella destrucción. Los afiliados sufren una especie de síndrome de Estocolmo; una condición en la que la víctima desarrolla una relación de complicidad y un vínculo con el victimario. La gente se ve forzada a pagar sus cuotas; sabe que a cambio recibirá poco, o nada; cree que no puede hacer nada al respecto; sabe que el Gobierno no paga sus cuotas; repite las consignas y se convence de que aquello es una conquista social y se resigna hasta el punto de defender el sistema.

¡Pero no tiene que seguir siendo así! En vez del canasto monopólico de todos, que es de nadie y nadie cuida, el seguro social debe ser individual y abierto a competencia. Así no solo se favorecería que los propietarios de los ahorros cuiden lo que es suyo; sino que se favorecería la competencia en calidad de servicios y en costo de cuotas. Se favorecería el ahorro de largo plazo que tanta falta hace para vivienda, por ejemplo.

Claro que no basta con cambiar las caras de quienes administran el canasto. Antes de la mafia actual vinculada al Secretario Privado del Presidente había otra mafia; y antes de esa, ¿vas a creer que no había otra? Luego de esta, ¿quiénes están esperando a ocupar su lugar?

Hay mucho que reformar: La eliminación de aduanas y el sistema de justicia son prioridad; y luego el sistema electoral, el seguro social, y así seguimos pero hay que hacerlo pronto y bien. Bien es la clave porque no se trata de reformar por reformar. Y en el caso del seguro social, hay que devolverles a los trabajadores la propiedad de sus ahorros.

Columna publicada en El periódico.