08
Ene 13

“Un sueño de primavera” entre los más vendidos

Un sueño de primavera, obra de Ramiro Ordóñez Jonama, se halla en el séptimo  entre los libros más vendidos en 2012.

No me extraña porque Ramiro hace tres contribuciones inestimables para entender aquella Revolución: la primera, es que pone al descubierto docenas de mitos que se repiten acerca de la gesta de 1944; pero no solo los expone, sino que, con los pelos de la burra en la mano nos muestra –con evidencias y no con meras opiniones– cuándo es pinta, y cuándo no. Además, el autor tiene gracia para hacerlo, gracia que yo ya había notado cuando leí su Primer suplemento de la biblioteca genealogía guatemalteca, en el que hizo lo mismo frente a las ligerezas de algunos autores de aquella especialidad.

La segunda, es que logra relatos coherentes y amenos –porque tiene el don de la pluma–, que nos facilitan entender a las personas y a sus vivencias de aquel pasado, no tan lejano. Pasado que no solo nos sirve para encontrarle sentido a nuestro presente; sino que, tiene que ver con el porvenir.

Un sueño de primavera tiene una tercera utilidad valiosa: con elegancia y acuciosidad da pie para la polémica sana y sanadora. Para la polémica que limpia y aclara. No basada en falacias de una y otra clase, sino en datos comprobados, sin duda como consecuencia de horas y horas de investigación, cotejo y verificación.

Celebro que este libro se halle en la lista de los más vendidos; y si no lo has leído, te recomiendo que lo compres ahora en Sophos.


08
Ene 13

Más sobre el “transfuguismo”

Cincuenta y seis diputados se han cambiado de bancada desde que la actual legislatura tomó posesión.  Sostengo que el llamado transfuguismo no sólo no es intrínsecamente malo, sino que es bueno y útil.  Es bueno y útil porque está íntimamente relacionado con la libertad de conciencia de los diputados; y es bueno y útil porque a los electores les facilita saber quién es quién.

A aquellas apreciaciones les sumo una más que escuché ayer en una reunión de colegas: el llamado transfuguismo es una brújula electoral que apunta en dirección a los partidos que tienen más posibilidades de ganar la próxima elección.  Esto es porque los actores políticos tienden a moverse -y a apostar sus fichas- hacia las organizaciones que más posibilidades tienen de permitirles conservar el poder.  Desde otra perspectiva, tienden a abandonar las organizaciones que menos posibilidades tienen permitirles conseervar el poder.


08
Ene 13

“Por allá fumé” y el cierre de Fonapaz

Fonapaz es una institución que está viciada, penetrada por la corrupción, dijo el presidente Otto Pérez Molina al anunciar el cierre de aquella piñata.  Y yo me pregunto: ¿Cuántos vicios necesita una instancia estatal para estar viciada y penetrada por la corrupción?   ¿Diez, cincuenta, quinientos, treinta mil?  ¿Cuántos?

Digo…porque, si a corrupción vamos y a vicios vamos, ¿qué ministerio y qué dirección general, qué fondo y qué oficina se salva?  Los fondos, por cierto, fueron ideados en los años 90 porque los ministerios y otras instancias del sector público eran lentos e ineficientes.  (¿Estarían corruptos y llenos de vicios?).  Estoy seguro de que, si se ve debajo de la alfombra, los otros fondos no son muy diferentes al Fonapaz.  El reparto de tierras y el de vivienda deben ser fuentes de enriquecimiento y de rentas parasitarias, no muy diferentes al Fonapaz.  ¿En qué parte del sector público crees que no se hacen compras sobrevaloradas y adjudicaciones a parientes, compadres, socios y testaferros?

Sospecho que Pérez Molina nos está dando atol con el dedo; no sólo porque lo que se le señala al Fonapaz está presente en toda la administración pública, sino porque jugarán Por allá fumé, con el dinero y las tareas asignadas al fondo.  Todo el tinglado será movido a otro fondo que dependerá del Ministerio de Desarrollo.  Eso me huele a que la piñata será cambiada de lugar.

Por allá fumé, por cierto, era la frase con la que se contestaba a la pregunta de ¿Compra candelitas?, un juego de mi niñez.   Evoca la voluntad de evadir, de distraer, o de hacerse el quite.