Ayer caí por El granero, de la terminal de buses de la ciudad de Guatemala y ahí me encontré con el paraíso del ajo.
En una gran bodega, estas hermosas formaciones de ajos, ajos y más ajos esperan a encontrar su camino a las mesas de los chapines. Estos hermosos y deliciosos ajos son recados, moles, chirmoles, aiolis, y otras delicias potenciales que nos alegrarán la vida.