15
Sep 08

Quezada corta varas

Cuenta la leyenda que un campesino bastante sordo fue saludado desde lejos por un compadre suyo; y entre ellos se produjo el diálogo siguiente:

-“Adiós, compadre”.
-“Aquí, compadre, cortando varas”.
-“Adiós, le digo”.
-“Sí compadre, para hacer un cerco”.

Y por eso es que aquí, en Guatemala, se dice que alguien está cortando varas cuando -fingiendo demencia, o ignorancia- lleva el diálogo por donde le conviene, independientemente de los hechos, o de la naturaleza de aquel.

Eso mismo hizo el purpurado Rodolfo Quezada en su mensaje dominical. “Para Quezada”, dice la nota mediática correspondiente, “la firma de la Independencia conllevó más situaciones negativas que positivas”. Por lo que cabe preguntarse si, a juicio del Príncipe de la Iglesia, hubiera sido mejor que Guatemala continuara siendo una colonia española, y no un país distinto.

El Cardenal asegura que “hay muchas sombras en nuestra historia, como la polarización entre los partidos Liberal y Conservador”, explicación que no está alejada de la verdad; pero que queda sospechosamente incolclusa si no se aclara que el Partido Conservador era el partido de la organización que dirige Su Excelencia. De hecho, en Guatemala todavía les decimos cachurechos a los iglesieros, de la misma forma en que,antaño, se les decía así o cachos, a los Conservadores.

Por supuesto que a la dirigencia cachureca le molesta que hubiera enfrentamiento; pero, ¿cómo no iba a haberlos si la Iglesia Católica se aferraba a sus privilegios económicos y políticos? La Revolución Liberal -con todo y sus defectos constructivistas, racionalistas y de corrupción- fue un paso adelante en el desmantelamiento del sistema feudal y colonial que tanto agradaba a los Conservadores y a sus patrocinadores entre la aristocracia y el alto clero.

Otro de los bemoles que Quezada le encuentra a la Independencia es “la exclusión de los indígenas por la ausencia de un prócer de ese grupo”. Y claro, hora en estos tiempos de corrección política está de moda ningunear cualquier proceso social que no incluya a todos; pero ningún proceso importante incluye a todos. La Revolución Americana fue hecha por individuos que pertenecían a una elite: Washington, Adams, Hamilton, Franklin, Madison, Mason, y otros de esa estatura. La Revolución Francesa fue consecuencia de las ideas y las acciones de personajes como Diderot, D`Alambert, Rousseau, Voltaire, Robespierre, y otros parecidos. El mismo Lenin se dio cuenta de que la Revolución Proletaria no iría a ningún lado si seguía esperando a que –según lo había predicho Marx- los proletarios se alzaran contra la burguesía. Y por eso es que Ilich Ulianov se sacó de la manga el concepto de la Vanguardia de la Revolución, que no era sino él y sus amigos, constituidos en elite revolucionaria. Los procesos sociales importantes no los hacen todos; los hacen unos: los que en ese momento histórico específico pueden pensar y tienen los arrestos para actuar.

Como Su Eminencia corta varas, se le olvidó un detalle: Aquel 15 de septiembre de 1821, en aquel acto que Quezada ningunea y califica de excluyente, junto al Jefe Político y los miembros del ayuntamiento, junto a los ministros de la audiencia y los diputados provinciales, estaban presentes Ramón Casaus y Torres, José María Castilla, Luis Escoto, Antonio Tabeada, Mariano Pérez y Antonio García, ¡la mismísima elite! de la organización que ahora encabeza Rodolfo Quezada. Casaus, por cierto, se opuso a la Independencia, no quiso firmar el acta y era conocido por su postura conservadora o cachureca. Luego, cuando era políticamente seguro y “para bien de las almas” se adhirió a la nueva República. El Arzobispo Casaus murió en La Habana; ciudad que, por cierto, todavía vivía a plenitud el ambiente colonial que satisfacía al Prelado.

Algo se salva del discurso de Quezada; y esto es que, al menos, es consistente con la posición de su antecesor, Casaus. Ambos comparten el criterio de que la Independencia es y era negativa.

En su perla dominical de Independencia, Quezada dijo que “hizo falta un proyecto de nación, para que la riqueza se distribuyera de manera equitativa y no concentrada en un solo grupo”; y aquí también corta varas a conveniencia; porque, ¿qué grupo, sino su organización era el mayor terrateniente del país; qué grupo, sino el suyo, era el mayor prestamista; qué grupo, sino el suyo, cobraba diezmos y primicias; qué grupo, sino el suyo, poseía monasterios inmensos, ingenios, viñedos, y otras riquezas que contrastaban notablemente con la miseria de los indígenas por los que suspira el Cardenal?

Quezada dice que corta varas; pero engaña a muy pocos.


15
Sep 08

El Obelisco en la víspera de la Independencia


Como todos los años, desde hace cuatro años, fui a El Obelisco a ver los festejos de la víspera de la celebración de la Independencia.

Fiesta popular, en toda su magnitud, esta efemérides reune a niños y ancianos, muchos pero muchos jóvenes, barrios, aldeas, iglesias, scouts, familias, y todo tipo de grupos. ¡Hasta Adventistas, que se supone que no rinden respeto a los símbolos patrios! Los grupos citados van a El Obelisco a encender antorchas que llevan a sus lugares de orígen.

La gente baila, canta el Himno Nacional, declama poemas patrióticos y recita la jura de la bandera. Se venden banderas, bandanas, gorras, golosinas, ponches y una gran variedad de chunches. Había un grupito quemando mota. Todos en pacífica y alegre convivencia.

El Obelisco es el Monumento a los Próceres de la Independencia, y por eso es que ahí celebramos la gesta cívica V de luto contra la corrupción y contra más impuestos.

Por cierto que este año, la administración socialdemócrata, con el lema de Tiempo de solidaridad les obsequió tamales a los asistentes; así que toda la plaza quedó inmunda con hojas de tamal, tenedores plásticos, y platos y vasos de estirpor.

Por supuesto que ni a la administración generosa, ni a Tu Muni, se les ocurrió poner toneles de basura para que la gente pudiera depositar ahí las citadas hojas, tenedores, platos y vasos…y siempre queda la duda de si los festejantes hubieran aprovechado los toneles extra.


15
Sep 08

Celebración de la víspera de la Independencia


El Obelisco de la ciudad de Guatemala es el Monumento a los Próceres de la Independencia de Centroamérica. Lugar de reuniones populares los domingos y durante la temporada navideña, es el escenario de la fiesta de la Independencia, en la que desde los más variados rincones del país, llega todo tipo de grupos de personas a encender antorchas que llevan a su lugar de orígen.